Los ciclistas vuelven a hacer sonar sus timbres en las calles de Burgos

La movilización, la tercera consecutiva y que se ha vuelto a convocar de manera anónima por las redes sociales, ha arrancado con una concentración en la Plaza Mayor. Allí han hecho sonar sus timbres, sin embargo, las consignas no han llegado hasta que la protesta se ha convertido en una marcha hacia el Paseo del Espolón, bicicleta en mano, tal como manda la Ordenanza de Movilidad.

Los ciclistas han recordado que no son terroristas, ni criminales. Que la bicicleta es un medio de transporte sostenible. Y han pedido a los conductores que se bajen de sus vehículos para moverse en bici. Y así han ido recorriendo el Paseo del Espolón, la Plaza del Rey San Fernando, La Paloma, Laín Calvo y Plaza Alonso Martínez hasta llegar a la Avenida del Cid, donde se han incorporado a la calzada.

Ya en la Plaza de España, los ciclistas se han dedicado a dar vueltas en la rotonda, interrumpiendo el tráfico y dejando a algunos conductores en medio de la glorieta, rodeados de bicicletas. Se trataba de demostrar que la obligación de circular por la calzada les pone en peligro frente a los vehículos, pero que también pueden colapsar la circulación, y reclaman poder pasar por zonas peatonales, con mayor seguridad.

De ahí, la movilización ha seguido por la calle San Lesmes, Gran Teatro y se ha incorporado a la Avenida del Arlanzón, dejando descolocadas a las patrullas de la Policía Local que esperaban, como los dos domingos anteriores, que la protesta acabase con una concentración en la Plaza del Cid. No ha sido así, pues los ciclistas se han ido por la Avenida del Arlanzón rumbo a Gamonal, y el operativo policial se ha desmontado.

Por ese motivo, les ha pillado desprevenidos el corte al tráfico en la Plaza del Cid, al que han llegado solo un grupo de manifestantes, que han vuelvto a cortar la calzada. Se ha producido algún enfrentamiento con conductores, a los que les han cortado el tráfico, y un atasco en la plaza y el puente de San Pablo que ha acabado en pitidos. Eso sí, sin grandes consecuencias ni incidentes.