Capiscol exige mejoras en dotaciones deportivas y protección para el molino y el hospitalillo

Y pone el foco de atención en los terrenos del Silo. «Había un plan de intervención para toda la zona, con campos de fútbol, canchas de baloncesto, zonas deportivas, zona infantil, un centro social para mayores...», recuerda Virginia Escudero, secretaria de la Asociación de Vecinos Bulevar XXI. Pero ninguno de los proyectos se ha desarrollado.

El presidente, José Luis González, insiste en que lo primero que se debe hacer es clarificar las propiedades, las competencias entre la Junta y el Ayuntamiento. Y, luego, tomar decisiones. Una de las principales necesidades son las instalaciones deportivas. «Los campos de fútbol son vergonzosos», apunta Maricarmen de la Riva, vecina de Capiscol de toda la vida.

«Si en San Pedro de la Fuente y Fuentecillas han hecho un campo de fútbol nuevo, porque en Capiscol no», se pregunta. Y los chavales tienen que estar jugando en los campos de tierra, o en las instalaciones cedidas por Castañares. «Hay espacio para hacerlo en la zona del Silo», insiste Maricarmen, así que desde la asociación ya han pedido en varias ocasiones que se invierta en nuevas instalaciones.

También, que se adecenten las canchas de la iglesia de El Salvador, «que no están en condiciones», explica Virginia. Están «muy deterioradas» y, además, han pedido en varias ocasiones que pongan una red o algún elemento de contención en la canasta que está junto a la iglesia, para que los balones no caigan en el tejado, que acaban de arreglar. Y así impedir que los chavales se suban.

Además, siguen a la espera de que les repongan las porterías. Las quitaron, como siempre, para las fiestas, pero José Luis recuerda que todos los años las quitaban, las reparaban y las volvían a traer. Este, sin embargo, no lo han hecho, pues se supone que van a traer porterías nuevas. Mientras, los chavales del barrio están sin poder jugar, lamenta.

Pero no solo las instalaciones deportivas preocupan a la Asociación Bulevar XXI. Dos edificios históricos del barrio también están en su punto de mira. Por una parte, el hospitalillo. «Está complemetamente abandonado». Era el lugar en el que paraban los peregrinos y los vecinos quieren que se conserve, como parte del Camino de Santiago e historia del barrrio.

«Entendemos que no se puede rehabilitar entero, pero queremos que se conserve la fachada. Hay que adecentarlo y poner una placa«, asegura Virginia, poruqe »no se puede perder«. Y lo mismo para el molino, aunque en este caso quieren que se desarrolle un proyecto más amplio, de rehabilitación integral, para destinar el edificio resultante a un proyecto medioambiental.

Los vecinos explican que, según el concejal de Medio Ambiente, hay proyecto para la cubierta y adecentar el edificio. Sin embargo, «las fincas colindantes están en muy malas condiciones», pero son privadas y el Ayuntamiento no puede hacer nada. Los vecinos «confían» en que el Ayuntamiento cumpla y actúe, pues podría ser un lugar idóneo para actividades didácticas, culturales o medioambientales.

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