La calle de Burgos que pasó de tener huertas a ser una de las más bulliciosas

La calle de Miranda es una de esas vías del sur de la ciudad que guarda un sabor añejo al siglo pasado. Es un lugar de mucho movimiento peatonal y de tráfico porque aquí se ubica la Estación de Autobuses y el Mercado de Abastos Sur. Por eso sigue siendo un espacio comercial, aunque venido a menos.

La calle Miranda tiene entrada por plaza de Vega y salida a calle Santa Clara. También se accede desde calle Calatravas y Oviedo; y desde la calle San Pablo, Calera y el Tinte.

No está muy claro de que acepción toma el nombre. O bien de la ciudad de Miranda de Ebro, la segunda población de la provincia de Burgos o de los Condes de Miranda, que en esta calle tenían residencia.

Antes del siglo XX, la calle de Miranda estuvo jalonada de huertas y a la sombra de sus tapias ejercían su industria los esquiladores. El ganado entraba en la calle de un extremo al otro atado con cordeles trenzados y tenía su entrada por la unión de la calle Miranda con la calle San Pablo.

Sin embargo, en el siglo XX experimenta un cambio extraordinario. Las amplias huertas daban paso grandes construcciones, comercios y tiendas. Se instaló la estación de autobuses, el cine Calatravas, el museo de Burgos o un mercado de abastos. Era la calle con más efervescencia social del siglo.

A principios del siglo XVI residía en este lugar, Ana de Osorio en las traseras de la calle de Miranda. Las monjas comendadoras de Calatrava, trasladadas a Burgos por orden de Felipe II en 1568, se instalaron en el colegio de San Nicolás hoy, Instituto cardenal López de Mendoza. En 1578 se trasladan a un convento en esta calle.

La Casa Miranda, un bellísimo edifico renacentista, de 1545, construido con piedra de sillería en planta baja y ladrillo en los pisos superiores; acoge la sección de Prehistoria y Arqueología del Museo de Burgos. El museo tiene prevista su ampliación en los solares de la Casa Melgosa y del antiguo cine Calatravas, aun no restaurados, para destinarlos a las secciones de Artes Decorativas y la de Arte Contemporáneo.

La casa de Iñigo Angulo colinda con la Casa Miranda; fue realizada por el maestro de cantería Juan de Vallejo por orden de su primer propietario D. Lope Hurtado de Mendoza, con una planta rectangular flanqueada por dos torreones cuadrangulares a los lados. Alberga la sección de Bellas Artes.

Va a cumplir 90 años. El 1 de octubre de 1934 abrió sus puertas. Es el centro comercial más y mejor consolidado de la ciudad en el entramado urbano, más allá de las grandes superficies. Hoy es un lugar funcional y recoleto, muy querido por la gente del barrio de San Cosme y San Damián y lugar de concentración de la compra diaria de muchos burgaleses, vengan de donde vengan.

La reforma acometida en 2005 fue un aldabonazo para comerciantes y clientes que tienen en este lugar el centro de compra de referencia.

La estación de buses marca mucho. Para una ciudad es otro punto neurálgico. Sobretodo en la salida y llegada de los coches de la provincia. Por eso es lugar de encuentro y descanso para muchas personas que hacen tiempo hasta que llega el bus que les traslada al pueblo.

Y también para el turista o el trabajador que tiene que usar el autobús de largo o mediano recorrido. Por eso la estación, antes mucho más que ahora, es otro lugar en efervescencia en la ciudad.

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