La calle de Burgos que borró a un general y recuperó su identidad

Fue en octubre de 1999 cuando la calle General Mola, que así se llamaba hasta ese año y desde 1937, recuperaba su primitivo nombre de calle Progreso. El Ayuntamiento, presidido por Ángel Olivares, 14 años después de la llegada de la democracia, fue el impulsor de la recuperación de los nombres anteriores a los franquistas en varias calles de la ciudad. Y una de las escogidas fue esta calle Progreso que, después de todos los trámites legales, a partir del 1 de enero de 2001 recuperó su nombre original.

Fue en la época de la República cuando se instituyó el nombre de Progreso a esta vía de la ciudad de Burgos, una de las más populosas en el siglo XX. Con la llegada del franquismo al poder y la muerte de Emilio Mola en 1937, se le dio el nombre del militar fallecido en accidente aéreo en la localidad burgalesa de Alcocero. Mola estaba llamado ser el general al frente de la conspiración contra la segunda República. De hecho, recibió el sobrenombre de 'el Director'.

Pero incluso dentro de las directrices de los sublevados, había sus rencillas. Mola no era del agrado de buena parte del ejército de Franco. A sus contrincantes les vino de perlas el accidente y muerte del general para encumbrar a Francisco Franco como caudillo. El 3 de junio de 1937 el avión en el viajaba Mola se estrelló de manera muy sospechosa en un monte cercano a Briviesca, en el pueblo de Alcocero.

La calle Progreso tiene entrada por la calle Madrid, por la de San Julián, Santa Cruz y Santa Clara; tiene salidas a la calle Oviedo, San Pablo y Andrés Martínez Zatorre. Sigue siendo una calle bulliciosa y comercial, en la que hay espacio para todo tipo de tiendas.

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