Buscan «pruebas físicas» en fincas del sospechoso del crimen de los Barrio que puedan implicarle

Ahora buscan «pruebas físicas» que puedan confirmar su implicación en los hechos acontecidos el 7 de junio de 2004, cuando aparecieron acuchillados el padre (Salvador Crisanto Barrio Espinosa, de 53 años), la madre (Julia Dos Ramos Santamarina, de 47) y el hijo pequeño (Álvaro Barrio Dos Ramos, de 12) en su vivienda de la calle Jesús María Ordoño de Burgos.

Así lo confirma el comisario jefe provincial de Policía Nacional, Jesús Nogales, que confía en que «ojalá llamen y digan que se ha encontrado alguna cosa evidente», en declaraciones recogidas por Ical. El propio Nogales reconoce: «Es lo que estamos deseando todos porque esto no deja de ser un pequeño puñalito que tenemos todos los policías de Burgos todavía en el pecho, que queremos arreglar de una vez por todas».

El caso saltaba de nuevo a la palestra el pasado mes de julio, cuando los agentes de la Policía Nacional volvían a realizar una inspección ocular del vehículo del único superviviente, Rodrigo Barrio, y perteneciente a su padre asesinado, que se encontraba en la comisaría de Ourense, en Galicia, donde reside la familia materna de Rodrigo.

Este martes la investigación avanza pero en otra dirección. Así, a La Parte de la Bureba se han acercado camiones del Laboratorio de Actuaciones Especiales y los Grupos Operativos de Intervenciones Técnicos (ingenieros) con el objetivo es recabar una gran cantidad de pruebas en la casa y propiedades de Ruiz. Entre ellos, según adelantan, restos de ADN, objetos como llaves (las del piso de Jesús María Ordoño) o incluso el arma del crimen.

La instrucción se reabrió en 2016 con Ángel Ruiz como principal sospechoso. No es la primera vez que la Policía Nacional o la Guardia Civil inspeccionan los inmuebles de este municipio del que el padre asesinado, Salvador Crisanto Barrio, era alcalde en el momento de su muerte.

Sin embargo, se sigue buscando al culpable, aunque por el banquillo de acusados también haya pasando brevemente el único sobreviviente del núcleo familiar de los Barrio Dos Ramos, el hijo mayor Rodrigo, que estudiaba en régimen interno en los hermanos gabrielistas de La Aguilera, en Aranda de Duero. En junio de 2007 se le detuvo como presunto autor del crimen al considerar que había actuado motivado por los celos enfermizos que sentía hacia su hermano pequeño.

El comisario jefe provincial de Policía Nacional, Jesús Nogales, indica que la investigación la lleva la Comisaría General de Policía Judicial, a través de la Unidad Central, que es la Unidad de Delincuencia Especializada de la Policía Nacional. «Esa unidad ya se hizo cargo hace años de esta investigación de modo exclusivo ya que son especialistas en trabajos sobre delitos que se cometieron hace años y ellos lo han retomado». Por tanto las operaciones en torno a este caso se coordinan desde Madrid.

De esta forma, explica que «han hablado con el juez semanas pasadas y con el fiscal, y tanto la juez de Instrucción que lleva el caso, como la Fiscalía, los elementos que les han aportado la Comisaría General, han encontrado que puede haber indicios de que Ángel, uno de los sospechosos, pudiera estar involucrado en el triple homicidio y los registros que se están realizando buscan fundamentalmente encontrar indicios físicos de esa participación de esa persona en el triple homicidio del año 2004».

Nogales precisa que «lo único» que la Udev de la Comisaría General de Policía Judicial les han pedido es que la Comisaría provincial de Policía Nacional aporte personal «para ayudarlos». «Ellos vienen con su equipo de la Comisaría General, con su laboratorio especial de actuaciones de policía científica, un laboratorio móvil montado en un camión muy grande que permite hacer inspecciones oculares muy profundas 'in situ' y también vienen con un grupo de intervención especializado en tratamiento de edificios, en búsquedas con escáner, en buscar cosas en huecos, bajar a pozos … y nos han pedido que colaboremos con policía judicial como de seguridad ciudadana para proteger la escena en el lugar», argumentó.

Así, señaló que se prevé que realicen registros en la vivienda del principal sospechoso hasta el próximo jueves, 16 de diciembre. De Burgos se han desplazado «dos equipos de UPR, unas 14 personas, y también unas ocho personas de policía judicial para llevar a cabo labores auxiliares». «Es una investigación que no dirigimos desde la Comisaría de Burgos; estamos para ayudar», subraya.

Para el comisario jefe provincial de Policía Nacional el hecho de que se retome la investigación «viene a significar que la Policía Nacional no abandona mientras quede un segundo de vigencia de delito y mientras haya un policía que sepa de esto vamos a trabajar».

«Yo sabía que esto iba a pasar antes o después pero que vamos a seguir trabando en esto es algo seguro porque está en el ADN de la Policía y porque es nuestra obligación», confiesa, «así que, si esto sale bien, perfecto y, si no, pues seguiremos trabajando».

La que fuera subdelegada del Gobierno en Burgos en 2004, Berta Tricio, ya señalaba el pasado mes de junio en declaraciones para BURGOSconecta, su deseo de que «se pueda poner a disposición judicial al autor de los hechos». Deseo que comparte con la familia de las víctimas y con los investigadores, que llevan 17 años tratando de esclarecer qué ocurrió aquel 7 de junio en la casa de los Barrio.