La calle La Moneda se queda huérfana de actividad comercial

El primero en reducir drásticamente su actividad fue El Corte Inglés, que a finales del año pasado comenzó a trasladar toda su actividad a Parque Burgos, en las afueras del casco urbano. En el histórico edificio de la calle La Moneda, hoy sólo permanecen abiertas las secciones de perfumería y relojería, pero se mudarán definitivamente a Parque Burgos a mediados de mayo.

Por su parte, H&M cerró definitivamente las puertas de la tienda situada en la esquina situada entre la calle La Moneda y la plaza Santo Domingo de Guzmán a finales del pasado mes de enero. La firma sueca ponía así punto y final a su corta historia en Burgos, donde se implantó hace poco más de cuatro años, y dejaba libre un local de más de 2.000 metros cuadrados divididos en tres plantas y recientemente reformado.

Inicialmente, dicho local formaba parte de la cartera patrimonial de Punto Fa, empresa satélite de Mango, pero en 2018 fue adquirido por la Mutualidad General de Abogacía en una operación millonaria. No en vano, se trata de uno de los espacios comerciales más cotizados de la ciudad, tanto por su privilegiada ubicación como por su tamaño.

Sin embargo, a día de hoy permanece vacío. Jornadas atrás, H&M retiraba todo el material y la carterlería que dejó tras el cierre, un trabajo que llamó la atención. De hecho, se llegó a rumorear sobre la llegada de otro gigante del textil como Primark, pero fuentes consultadas por este periódico descartan a corto plazo una operación en este sentido.

Sea como fuere, esos dos locales son, sin duda, muy jugosos para las grandes cadenas comerciales, que en los últimos años han vuelto su vista hacia las zonas peatonalizadas del centro de la ciudad. Así lo prueba el hecho de que Inditex se interesara el año pasado por el edificio en ruina situado junto a El Corte Inglés para instalar allí una gran tienda de Zara.

En ese caso, el grupo empresarial se puso en contacto con el Ayuntamiento para saber las condiciones en las que estaba el inmueble, cuya estructura fue derribada en 2018 tras ser declarada en ruina. Sólo se salvaron de ese derribo las fachadas de La Moneda y Almirante Bonifaz, que cuentan con una protección especial y tuvieron que ser apuntaladas. Esa protección, de hecho, es la que parece haber lastrado el desarrollo de cualquier proyecto residencial en el solar.

De momento, fuentes municipales confirman que tras esos primeros contactos no ha habido más movimientos por parte de Inditex, por lo que el solar permanece en barbecho a la espera de encontrar 'novia'.

Habrá que ver si el gigante español, que acaba de pasar a manos de Marta Ortega, u otra gran cadena comercial acaba certificando su interés por instalarse en la zona, en la que también espera su turno el edificio Campo, cuyos propietarios están intentando solventar el conflicto urbanístico que arrastra desde hace décadas para poder ponerlo en el mercado.