Burgos votará para elegir una nueva Gigantona

Evidentemente, eso echa por tierra la propuesta inicial, obligando al equipo de Gobierno a buscar alternativas. Y, tras consultar con los cronistas, se han puesto tres nombres sobre la mesa: Beatriz de Suabia Berenguela la Grande y Mencía de Mendoza, tres mujeres con peso «propio» en la historia de la ciudad que bien merecen el reconocimiento, a juicio de Ayala.

Sin embargo, hay que elegir una. Y la elegirán directamente los burgaleses. Así, tal y como ha adelantado la alcaldesa, en las próximas semanas se llevará a cabo una consulta popular por vía telemática (web municipal y redes sociales) y presencial (en la Casa Consistorial) tendente a seleccionar la figura a fabricar.

A falta de concretar algunos detalles, la votación se abrirá el lunes que viene y se prolongarla hasta finales de año, con el objetivo de que las dos figuras puedan estar listas de cara a las fiestas de San Pedro y San Pablo del próximo año.

En principio, este cambio no modificará el presupuesto planteado inicialmente, el cual se elevaba por encima de los 53.000 euros. El diseño, además, seguirá dependiendo del artista local Cristino, a pesar de que la encomienda le llegó inicialmente «sin expediente», tal y como ha criticado Ayala.

La condesa Mencía fue, sin duda, una de las mujeres burgalesas más ilustradas de su época. Nacida en 1420 en Guadalajara en el seno de una familia noble, se casó con Pedro Fernández de Velasco, a la sazón conde de Haro y, posteriormente Condestable de Castilla. Suya fue la responsabilidad de administrar los bienes de la familia Velasco durante años, impulsando, entre otras, la construcción del palacio del Cordón, la Casa de Vega y la propia capilla del Condestable, donde está enterrada junto a su esposo.

Sobre los hombros de Berenguela I de Castilla, hija de Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet, recayeron desde muy joven numerosas responsabilidades. De hecho, durante muchos años fue la heredera al trono de Castilla y posteriormente fue reina consorte de León, antes de asumir la regencia temporal de Castilla a la espera de la mayoría de edad de Enrique y, posteriormente, Fernando III, de quien fue consejera durante su reinado.

Nacida en Nuremberg, en pleno Sacro Imperio Romano Germánico, Beatriz de Suabia fue la elegida para contraer matrimonio con Fernando III, entonces rey de Castilla y, posteriormente, de León. Junto a él y con el consejo de Berenguela, se convirtió en una de las figuras clave de los reinos medievales cristianos, dando a luz a reyes (Alfonso X), arzobispos (Felipe y Sancho), nobles (Manuel) o senadores en Roma (Enrique).