Burgos contará con animación cultural en la calle este verano tras el parón forzado por la covid-19

El Instituto Municipal de Cultura (IMC) de Burgos ya trabaja en una programación alternativa para los próximos meses, que garantizará la animación cultural durante el verano burgalés, pese a la suspensión de las citas culturales habituales y de la progamación anual (en unos casos por imposibilidad de organizarlos, en otro por imposibilidad de garantizar las medidas de seguridad). Eso sí, se apuesta por la actividad en la calle y en espacios de aforo controlable y será así, al menos, hasta el mes de septiembre.

El gerente del IMC, Juan Carlos Pérez Manrique, reconoce las dificultades de «equilibrar» la reactivación cultural de la ciudad con la prudencia y las medidas de protección que exige la pandemia. «Las administraciones son el espejo en el que se mira la sociedad», insiste, de ahí que deban formentar una recuperación de la actividad pero con prucencia, sin precipitarse y evitando las aglomeraciones.

De este modo, entre el 10 de julio y el 15 de septiembre se ofrecerá una programación cultural alternativa, de teatro, música y danza. Los jardines del Palacio de la Isla serán una de las localizaciones clave de la nueva normalidad, con alguna otra pendiente de estudio, apunta Pérez Manrique, pues incluso en espacios abiertos se debe poder garantizar la distancia de seguridad (con máximos de 400 personas sentadas).

Habrá ciclos de conciertos en La Isla y en el Museo del Retablo, por ejemplo, más actuaciones teatrales y de danza. Se prepara también un programa especial para el último fin de semana de agosto, en el que se quiere celebrar una suerte de Sampedros pero sin que se mantengan los eventos de las fiestas mayores de Burgos. Se trataría de un fin de semana especial, animando la fiesta en la calle pero sin aglomeraciones.

Y, en cualquier caso, apostando por la creación local. El cultural es uno de los sectores más castigados por la crisis derivada de la covid-19 y, dentro de lo que se pueda hacer legalmente, la intención del IMC es contar con los creadores burgaleses para esta programación estival, en la que se mantendrán los espectáculos teatralizados del Castillo, por ejemplo, aunque con nuevas medidas de protección.

Juan Carlos Pérez Manrique afirma que la voluntad del IMC es ir volviendo a la normalidad progresivamente, según marque la evolución de la pandemia, aunque se espera que para el último trimestre del año se pueda volver a los espacios interiores (aunque sea con aforos limitados). De momento, la programación cultural ya cerrada en 2020 ha quedado en suspenso, habrá que ver si hay opciones a reprogramar espectáculos, si bien es algo que queda en manos de los programadores y artistas.

Otras iniciativas propias del IMC, como el EnClave de Calle, no se van a poder realizar. Tal como está actualmente la situación, los espectáculos del EnClave de Calle, aunque son exteriores, no garantizan que se cumpla con la distancia de seguridad. Eso sí, quién sabe si la situación mejora y en septiembre se puede llevar a cabo una edición especial. Todo se irá viendo pues lo prioritario es recuperar la cultura pero con seguridad.

Mientras, las exposiciones ya han empezado a reabrirse. El Arco de Santamaría está reabierto y la muestra de Enrique Seco San Esteban se puede visitar desde hace un par de semanas. Y la sala de exposiciones del Teatro Principal también se reactiva y, a partir del 25 de junio, acogerá la muestrra de Oliver vicario Pahl. Aforos controlados, más medidas de seguridad, pero las muestras volverán poco a poco a sus espacios tradicionales.