Burgos acoge una Feria de Artesanía especial marcada por la covid-19

El aforo máximo permitido son 300 personas para garantizar la distancia mínima de seguridad y varios operarios vigilan que no haya concentraciones de gente y que todo el mundo cumpla con las normas. Una de ellas es el sentido único de la marcha para ver los puestos de los artesanos y una única salida. La mascarilla, por descontado, es también obligatoria.

A pesar de que la pandemia haya impuesto novedades así de llamativas, esta cita se inaugura con buenas previsiones y es una gran oportunidad para estos artistas que llevan meses sin poder mostrar al público sus productos. En esta ocasión se ha reducido el aforo y son 34 los creadores que tienen su puesto en la feria, diez menos que en 2019 que contó con 44 artesanos.

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Gloria Díez

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La XXXI Feria Nacional de Oficios Artesanos muestra, igual que en ediciones anteriores, una amplia variedad de productos de toda índole, textil, joyería, decoración y numerosos objetos originales que los burgaleses acogen con entusiasmo. Este sábado desde primera hora, el espacio ya contaba con numerosos visitantes que, de forma ordenada, han podido disfrutar de las creaciones de artesanos de todo el país.

Aunque todavía es pronto para conocer qué impacto tendrá esta muestra entre los artistas que han acudido hasta aquí, a priori ya consideran una buena señal poder trabajar de cara al público este mes, después de sufrir de forma especialmente dura el impacto de la crisis de la covid-19. Los burgaleses podrán acudir a la feria hasta el próximo 19 de julio en el paseo del Espolón.