El bum de la hostelería frente al periodo valle del comercio

Sin embargo, tanto la hostelería como el comercio coinciden en que los bonos al consumo «han echado una mano a los establecimientos» e, incluso, han impulsado las ventas entre semana. Se trata de una ayuda «necesaria» para hacer frente al incremento de los costes.

A lo largo del año, los precios en bares y restaurantes han subido en torno a un 6 %. «Los costes han aumentado un 20 %, si no subimos precios estaríamos en quiebra», asegura Luis Mata, presidente de la Federación de Hostelería de Burgos.

De cara a la Navidad, las reservas para comer y cenar en los restaurantes de Burgos «están desbordadas» los fines de semana, pero, sobre todo, el 25 de diciembre y el 1 de enero. Del mismo modo, la ocupación de los hoteles ha mejorado en comparación con 2021, año marcado por las restricciones covid.

Así, parece que la campaña de Navidad de este año será «muy buena». Sin embargo, «una vez que pasen reyes vendrán unas fechas complicadas sin turismo por el mal tiempo y porque el bolsillo de los consumidores estará más ajustado». También a causa de los gastos que la hostelería asumirá durante este invierno, sobre todo, energéticos. Así, contemplan «con pesimismo el arranque de 2023».

Sin embargo, la precampaña navideña ha sido «un poco floja» en la capital. Durante el puente de la Inmaculada la demanda en restaurantes y bares ha sido elevada, pero con varias cancelaciones de última hora a causa del mal tiempo. Las ventas en los bares también han sido menores de lo esperado, pero aun así «está siendo un buen puente».

Al final, ha disminuido la rentabilidad en la hostelería «porque no hemos podido ni de lejos adaptarnos a la enorme subida de costes». Como consecuencia, el 2022 ha sido «un buen año» para la hostelería desde primavera con el fin de la séptima ola de covid respecto a 2021, pero «el beneficio ha sido bastante bajo».