Vuelven a licitar las obras para rehabilitar el Castillo de Burgos

«Es un proyecto bonito y bien dimensionado», afirma la concejala de Cultura, Rosario Pérez-Pardo. «No creemos que haya sido por el presupuesto», de ahí que se haya vuelto a licitar la intervención tal como estaba prevista, sin cambios, confiando en que al disponer de más tiempo haya ofertas. Ahora, los interesados podrán presentarse hasta el 23 de febrero.

Pérez-Pardo reconoce que han querido «correr», pues el proyecto lleva varios meses de retraso. La idea original era arrancar las obras en verano de 2022, pero con suerte estarán en marcha el próximo verano. El proyecto ha tenido que pasar por Patrimonio de la Junta, recabar informes de muchas áreas municipales, así que su licitación se ha ido retrasando.

Los pliegos se aprobaron en diciembre y, con eso, se dio luz verde al concurso. Sin embargo, la concejala admite que las fechas no fueron las más idóneas, pues coincidió con la Navidad. De ahí que, a juicio de los técnicos, no se hayan registrado ofertas. En esta segunda vuelta esperan cambiar la situación para, así, no tener que replantearse la intervención.

La obra de remodelación sale por 2,3 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 12 meses. Con los retrasos que lleva acumulados, el reformado Castillo de Burgos no estará listo hasta bien entrado el 2024. Para entonces, la intención municipal es tener ya contratada también la gestión turístico-cultural, para que el proyecto en su conjunto pueda ponerse en marcha lo antes posible.

El objetivo de la actuación municipal es convertir el Castillo de Burgos en un referente turístico y cultural, tanto para visitantes como para burgaleses. Se plantea una ambiciosa intervención arqueológica, basada en la historia de la fortaleza, que incluirá la recreación de una de las antiguas puertas y del Palacio de Alfonso X, además de la creación de nuevos pabellones expositivos y recepción.

Igualmente, el proyecto supondrá crear dos itinerarios turísticos, uno exterior y gratuito y otro interior. Se pretende ampliar la oferta de actividades culturales y educativas, creando nuevos espacios para el visitante, e introducir cambios en los accesos y la visita turística al pozo y los túneles.