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Burgos tendrá nuevo presupuesto por primera vez desde 2017. El Pleno del Ayuntamiento de la capital provincial, reunido en sesión telemática, ha dado hoy luz verde inicial al proyecto de presupuestos, elaborado por el PSOE y Ciudadanos y apoyado formalmente por Podemos. En total, ... 18 corporativos han dado su beneplácito al expediente, lo que supone el mayor respaldo obtenido por unas cuentas municipales en décadas.
En esta ocasión, el presupuesto, que ha tenido que reconfigurarse respecto al borrador inicial planteado por PSOE y CS a raíz de la pandemia de la covid-19, se eleva hasta los 194 millones de euros (213 en caso del presupuesto consolidado).
Con ese dinero se han elaborado unas nuevas cuentas que, a juicio del concejal de Hacienda, David Jurado, eran totalmente «necesarias», por cuanto que la ciudad se gestiona ahora mismo con el presupuesto prorrogado desde 2017. Además, el expediente aporta «estabilidad» al Ayuntamiento, ya que, más allá de los aspectos formales, supone la materialización de un acuerdo con Ciudadanos, el tercer partido en la Corporación.
Similar impresión ha trasladado el portavoz de la formación naranja, Vicente Marañón, quien ha subrayado que su formación ha aparcado las diferencias con los socialistas y han encarado una «negociación leal» en pro del «interés general de la ciudad» para sacar adelante «proyectos concretos».
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La nota discordante, en todo caso, ha llegado desde la bancada de Podemos. Y es que, a pesar de apoyar el expediente por «responsabilidad», el portavoz de la formación en el debate, Israel Hernando, ha criticado que se les haya dejado al margen de cualquier negociación, una crítica dirigida especialmente hacia Ciudadanos, a quienes han acusado de querer eliminar de la ecuación presupuestaria a la formación morada.
De hecho, los propios concejales de Podemos han presentado 'in voce' sendas enmiendas al documento por valor de 1,2 millones de euros que han sido rechazadas por PSOE y Cs antes de votar el documento original.
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Las crítica más férreas, no obstante, han llegado desde PP y Vox, que han cuestionado tantos las formas como el fondo. Las formas porque, según el portavoz del PP, Lacalle, el presupuesto se ha aprobado con meses de retraso y ya no tiene sentido trabajar en él, sino en el del próximo ejercicio. Y el fondo porque, según ha añadido, son unas cuentas de «pan y circo» que no responden a las necesidades de la ciudad, sino a los intereses partidistas de PSOE y Ciudadanos.
En la misma línea se ha expresado el portavoz de Vox, Ángel Martín, quien ha asegurado que el presupuesto carece de proyectos de futuro y que, en definitiva, es «irreal», puesto que no está ajustado a la situación actual derivada de la covid-19. Es más, a juicio de Martín, en las próximas semanas será necesario abordar modificaciones al texto.
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