El presupuesto municipal reajusta inversiones, sacrifica novedades y reduce en 1 millón la partida de festejos

«La situación es cambiante», reconoce el concejal de Hacienda, David Jurado, quien asegura que los informes trimestrales de ejecución presupuestaria van a ser, ahora más que nunca, el termómetro que controlar para evitar desajustes. Aun así, con las previsiones de ingresos revisadas y el cierto margen que dejan los remanentes de Tesorería, se puede sacar adelante un presupuesto.

Jurado «no da por perdido el 2020» e insiste en que la ciudad necesita contar con un presupuesto actualizado, pues técnica y económicamente no se puede estar arrastrando prórroga tras prórroga. Hay contratos como los de recogida de basuras y limpieza viaria, gestión del tráfico, asfaltado o señalización horizontal y vertical pendientes de actualización, y que tendrán nueva partida consignada este 2020.

De ahí que el equipo de Gobierno, junto con Ciudadanos, haya cerrado un nuevo acuerdo para revisar y reajustar el proyecto de presupuestos pactado a principios de año y que se quedó a tres días de aprobarse, recuerda Jurado. «Es conveniente actualizar el presupuesto y aprobarlo aunque sea en junio; no es descabellado, aunque no sea la fecha ideal«, y es el plazo que maneja el PSOE.

Un presupuesto que se reducirá en los 5,2 millones de euros que se prevé que caerán los ingresos, quedándose en 194,5 millones. Y entre PSOE y Cs han pactado donde «meter la tijera» para que salgan los números. Se ha empezado por algo fácil, una reducción de un millón de euros en el capítulo de gasto corriente pues consumos como electricidad o climatización han caído en edificios municipales al paralizarse la actividad durante el estado de alarma.

David Jurado reconoce que han tenido que «sacrificar» algunas inversiones como la creación del centro municipal en Gamonal, y reajustar otras. Es el caso de la tercera fase de las obras del centro cívico de Río Vena o el proyecto del nuevo cívico de Fuentecillas, que ya solo por plazos administrativos no se podrán ejecutar al ritmo deseado y, por tanto, se reduce la partida consignada.

También se eliminan programas de reciente creación, que se iban a poner en marcha este año, como el plan de ocio joven, el plan de retorno del talento joven, el bono cultural joven y el programa europeo. Se reducen en un 20% las ayudas de cooperación al desarrollo, a la mitad las subvenciones de Alcaldía y, ante la paralización de la actividad, se restan 350.000 euros del contrato con Air Nostrum, que se ampliará a su finalización por el tiempo de paralización.

Sin embargo, donde más se notan los recortes es en el Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMC), que reduce en 1,6 millones su presupuesto (se queda en 9,16 millones), aunque Jurado afirma que solo se retiraran partidas de actividades y programación que no se ha hecho y no se va a hacer. Así, es casi 1 millón de euros lo consignado a festejos que desaparece del presupuesto, entre fiestas populares, los Sampedros, el Curpillos y gastos generales de organización y seguridad.

Con estos cálculos, PSOE y Cs han cerrado el acuerdo para el presupuesto de 2020. «No es una cerrazón política», afirma el concejal David Jurado, quien asegura que el PSOE no tiene problemas en cambiar la hoja de ruta. No obstante, consideran que ahora toca aprobar un nuevo presupuesto y vigilar con mayor atención su ejecución, sabiendo que cuentan con algunos colchones si la situación se complica.

De los alrededor de 10 millones de remanentes de Tesorería de los que dispone el Ayuntamiento, 6,5 millones ya se han destinado al plan de emergencia de la covid-19. El magen de maniobra es escaso, reconoce Jurado, pero todavía existe. Además, confía en que el Gobierno central amplíe la financiación de los fondos de gasto extraorindario, que ya están llegando a Burgos (mientras la Junta todavía no ha habilitado un plan especial de ayuda a municipios, insiste el edil).

Y también en que se flexibilicen las condiciones para poder destinar el 20% del superávit a gasto social, que supondría un «pequeño alivio» para las arcas municipales. La situación de los consorcios de Villalonquéjar y el Desvío Ferroviario, cuya deuda se imputa al Ayuntamiento, eleva al 137% el nivel de endeudamiento municipal, lo que impide aprovecharse de ese superávit, pero Jurado espera que haya una mayor flexibilización de las condiciones y puedan entrar.