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Hay pirómanos conocidos y reconocidos, que periódicamente hacen fiesta quemando contenedores. También, graciosillos a los que les da por prenderles fuego por divertimento. Y otros muchos que utilizan las papeleras como balones de fútbol, patada va, patada viene, los fines de semana. Y ... todo eso tiene un coste importante para las arcas municipales.
En 2020, la reparación de contenedores y papeleras desteriorados por este tipo de comportamientos vandálicos supuso al Ayuntamiento de Burgos 216.258 euros. Se trata de un coste aproximado, calculado a partir del precio medio de contenedores (242, 08 euros por reparación y 1.215,29 euros por sustitución) y de papeleras (75,56 euros), aplicado a las 800 sustituciones o reparaciones realizadas.
En concreto, el pasado año se cambiaron 113 contenedores que acabaron quemados, con un coste de 137.327 euros. El confinamiento por la pandemia de la covid-19 se ha dejado notar, de modo que el mayor número de actos vandálicos se registró tras el verano. Así, en noviembre fueron 23, la mayor cifra de todo el año, pero diciembre, octubre y septiembre no se quedaron cortos, con 19, 15 y 17 contenedores quemados.
Mientras, en abril solo se quemó un contenedor, y fueron tres en marzo y mayo o dos en junio. Nada que ver con el primer trimestre de este 2021, que acumula 54 contenedores calcinados, siendo febrero el mes con peores datos (29), tras varias jornadas de incendios intencionados (tanto en febrero como en marzo). Esos 54 contenedores que han tenido que ser sustituidos han supuesto un coste de 65.625 euros para el Ayuntamiento, casi la mitad de todo lo gastado en 2020.
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El concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, explica que los contenedores que se pueden reparar, se reparan, aunque la intención es sutituir todos aquellos que sufren desperfectos a causa del fuego. Mientras, los contenedores que acaban volcados y con desperfectos, se reparan únicamente. Fueron 160 el pasado año, con un coste de 38.732 euros, y casi 10.000 hasta marzo de este 2021, con la reparación de 40 contenedores volcados.
Por lo que respecta a las papeleras, fueron 532 las reparadas a lo largo de 2020, lo que supuso un coste de 40.197 euros. Temiño comenta que la cifra supone solo el 10% del total de papaleras que sufren actos vandálicos, las que se reponen, pues el resto se reparan desde los servicios municipales. Hasta marzo, han sido 121 las repuestas, con un coste algo superior a los 9.000 euros.
De este modo, el Ayuntamiento de Burgos habría gastado el pasado año 216.258 euros en sustitución y reparación de contenedores y reposición de papeleras, víctimas de actos vandálicos. Se trata de una cifra importante, pero mucha más lo son los 84.451 euros estimados hasta el pasado marzo, pues suponen el 40% del total del año anterior, que al estar marcado por la pandemia y el confinamiento ha presentado momentos de contención.
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