La ciudad verá a finales de 2026 el cierre definitivo del Bulevar del ferrocarril desde la glorieta del barrio del Pilar hasta la calle Juan Ramón Jiménez, más de cinco kilómetros de calle que terminará por coser Burgos por el el corredor por el que discurría el ferrocarril.
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Mientras está en obras el tramo V, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos ha aprobado el tramo IV del Bulevar, que va desde la calle Gumiel de Izán hasta la confluencia con las nuevas obras de cierre de esta avenida. La mejora de este tramo permitirá sumar un nuevo carril por dirección, así como aceras y carril bici.
Según ha explicado el vicealcalde de Burgos y viceportavoz del equipo de Gobierno, Juan Manuel Manso, se trata de la última parte de esta calle que se llevó a cabo de «manera provisional por la crisis» y que ahora se va a mejorar. Tendrá 3,8 millones de presupuesto y un plazo de diez meses para su ejecución.
Para financiar la obra, el Consistorio, además de con fondos propios, quiere la colaboración de la Junta de Castilla y León para lo cual, desde el Ayuntamiento de Burgos, se solicitarán los fondos necesarios. Los plazos que maneja el Consistorio es que se licite el proyecto a lo largo de 2025 y se concluya en 2026.
Otro de los asuntos más controvertidos en este mandato es el de las terrazas. La Junta de Gobierno de Burgos ha autorizado el borrador que «modifica la Ordenanza de Terrazas en 50 puntos» tal y como ha explicado Manso. La intención del ejecutivo local es que «se mejore la actual Ordenanza» en vigor. La hostelería de Burgos no está conforme y ha planteado mejoras que faciliten la aplicación.
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La idea de Manso y del equipo de Gobierno es que se llegue al mayor consenso entre los grupos políticos para su aprobación una vez los técnicos han introducido las mejoras pedidas por el sector. Por ello desde el ejecutivo local se ha aceptado una petición de PSOE y Vox para celebrar una reunión el 3 de abril que facilite el consenso en la votación provisional del 8 de abril, antes de que llegue al Pleno de ese mes.
Según ha explicado el vicealcalde, los cambios introducidos en la Ordenanza se refieren fundamentalmente a «aspectos técnicos, son sugerencias o peticiones» de la hostelería de la ciudad y una gran parte de las aportaciones se refiere a las «excesivas penalizaciones que contempla la norma».
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