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Galerna en el Ayuntamiento de Burgos, porque ya no se puede hablar de marejada. El concejal no adscrito y ex de Ciudadanos, Julio Rodríguez Vigil, ha presentado su renuncia al acta de concejal. Lo ha hecho esta mañana de viernes, justo después de dar una poco habitual rueda de prensa ... , en la que no ha anunciado esta decisión.
Y no lo ha hecho porque la ha tomado después, como demuestra el hecho de que la renuncia se ha registrado en el Ayuntamiento en una hoja de cuaderno manuscrita, según la información a la que ha tenido acceso BURGOSconecta. Hoja fechada que recoge el siguiente texto: «Yo, Julio Rodríguez Vigil Junto, renuncio al acta de concejal que venía ostentando hasta este momento, con efectos desde hoy mismo, día 28/04/2023».
La renuncia del edil se llevará al pleno ordinario del mes de mayo, es decir, al que se celebrará el viernes 19, pues antes no es posible. Si bien hay convocado uno extraordinario el día 2, para el sorteo de las mesas electorales, al haberse presentado la renuncia hoy ya no da tiempo a incluirlo en el orden del día. Y por la vía de urgencia tampoco puede ir.
Esto supone que el reemplazo de Rodríguez Vigil, que será el siguiente concejal de la lista con la que Cs concurrió a las elecciones de 2019, no se podrá incorporar hasta junio. Será Rafael Martínez, salvo que él renuncie y tenga que correr lista. En ese caso, entraría Alfredo Rodríguez, quien va en la lista actual ocupando el puesto número cuatro.
Y todo ese proceso nos lleva a una toma de posesión del nuevo edil en fechas muy próximas a la investidura, que se celebrará el sábado 17.
La renuncia de Julio Rodríguez-Vigil al acta de concejal pone punto y final a la crisis política de Cs que se abrió en junio de 2021. También en una rueda de prensa, el por entonces edil del equipo de Gobierno, responsable de las áreas de Licencias y Vías Públicas, reclamaba más medios y más «libertad de acción» y amagaba con dimitir.
La respuesta a sus quejas fue liberarle del área de Vías Públicas, que pasó a manos de Miguel Balbás. Luego, las aguas volvían a su cauce. Al menos en apareciencia, pues en octubre volvía a saltar la polémica. Una denuncia de funcionarios ante el alcalde por algunos comportamientos del edil, llevaba a Vicente Marañón y Daniel de la Rosa a forzar su dimisión.
Rodríguez Vigil se salía del equipo de Gobierno, abandonaba Cs pero, a pesar de que el partido le demandó el acta, se quedó como no adscrito. Una decisión que ha estado defendiendo hasta ahora. La última vez, en el pleno de abril cuando se criticó que Carolina Blasco se haya quedado también como no adscrita.
Sin embargo, en la rueda de prensa de este viernes, el pronto exedil, ha reconocido que «tal vez se equivocó». Eso sí, se ha justificado, al afirmar que «humildemente, como concejal creí que podía demostrar más mi inocencia». Pero ahora ha optado por marcharse, tras año y medio como no adscrito, y en vísperas de unas nuevas elecciones.
Julio Rodríguez Vigil tuvo, en ese pleno de abril, su última intervención oficial, cuando precisamente defendía a Blasco, con buenas palabras hacia su persona y el Partido Popular. Mientras, Vicente Marañón arremetía duramente contra la figura del concejal no adscrito, que considera un «peligro» para la democracia y el Ayuntamiento, en este caso.
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