El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos tiene luz verde para poder volver a licitar las obras que darán solución al problema de las filtraciones en el barrio de Villatoro. La Junta de Gobierno Local ha probado la rescisión de mutuo acuerdo del contrato ... con Herrero Temiño, por lo que una vez que se rehaga el pliego de condiciones, se podrán sacar a concurso los trabajos.
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La portavoz de Ciudadanos, Rosario Pérez Pardo, ha explicado que en el acuerdo alcanzando con la empresa, Herrero Temiño renuncia a la indemnización que le correspondería por la rescisión del contrato. Por su parte, el Ayuntamiento renuncia a ejercer cualquier tipo de acción de reclamación o responsabilidad y a devolver la garantía, de 25.808 euros.
Con este trámite, el Consistorio retoma el proceso y lo hará con «la mayor celeridad» posible, ha insistido Pérez Pardo, quien ha trasladado a los vecinos de Villatoro el compromiso municipal de resolver el problema. Ha asegurado que hay una «voluntad decidida» del equipo de Gobierno, con el objetivo de que las obras estén adjudicadas antes de que acabe el mandato (hay elecciones en mayo).
Desde el PSOE, Nuria Barrio ha indicado que se tienen que rehacer los pliegos de condiciones, pues el contrato saldrá por el mismo importe (624.500 euros) pero con cambios en la medición del mallado que se utilizará para reconducir las aguas y evitar las filtraciones. Y se prepararán todos los trámites para que, una vez se cuente con partida presupuestaria, lanzar el concurso.
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Para ello habrá que esperar a que se apruebe la modificación de crédito que, una vez aprobado definitivamente el presupuesto de 2023, servirá para incorporar fondos del remanente de Tesorería tras la liquidación de 2022. No hay fecha para dicha aprobación del modificado, pero Barrio apunta que intentarán que sea antes de Semana Santa.
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Los vecinos de Villatoro llevan más de dos décadas sufriendo los problemas de filtraciones de aguas subterráneos, que han generado innumerables grietas en viviendas y edificios del barrio, además del derrumbe de algunos inmuebles. Ha habido varios intentos de abordar la solución y, cuando todo parecía que estaba encarrilado, ha habido que dar marcha atrás al proyecto.
Ante unos cálculos mal realizados se ha tenido que rescindir el contrato con la adjudicataria. Sin embargo, para evitar retrasar aún más la intervención, se ha buscado hacerlo de mutuo acuerdo con la empresa. Esto permite que, una vez firmado dicho acuerdo, el Ayuntamiento se quede libre de poder volver a licitar las obras y retomar la intervención.
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