Marañón no quiere repetir los «errores» del pasado y advierte al PSOE de que «no se van a ir con dos palmaditas en la espalda»

El portavoz de Cs en el Ayuntamiento, Vicente Marañón, afirma que «no termina de ver la jugada» que desde el Partido Popular intentan impulsar, de presentar un presupuesto alternativo de los grupos de centroderecha. «No lo entiendo», insiste, pues la responsabilidad de presentar un presupuesto le corresponde al equipo de Gobierno, aunque luego se pueda negociar y enmendar. Así que «primero se llega al gobierno y, luego, se elabora un presupuesto».

Y en Burgos quien gobierna, aunque sea en minoría, es el PSOE, de ahí que Cs haya mostrado su voluntad de sentarse a negociar con ellos. Los contactos formales todavía no se han iniciado. Tomaron un café en Navidades y el alcalde, Daniel de la Rosa, ha felicitado el año a Vicente Marañón, según él mismo ha reconocido esta mañana. Sin embargo, todavía no se han marcado una fecha para reunirse, si bien Marañón confía en que sea esta semana o la próxima.

Eso sí, del análisis que hace de la situación el líder de Cs se desprende que la negociación no va a ser un camino de rosas. La experiencia que Vicente Marañón tiene en el Ayuntamiento, en concreto en lo relativo al apoyo de Cs al gobierno de Javier Lacalle, le lleva a tener muy claro que «no se pueden repetir los errores anteriores». Esto quiere decir que «no nos vamos a ir con dos palmaditas en la espalda» o, lo que es lo mismo, con un par de caramelitos.

Para empezar, el PSOE tiene que explicarles el contenido del borrador presupuestario, con especial detalle el capítulo de ingresos pues es el que demuestra la capacidad de recaudación del Ayuntamiento como la actividad económica de la ciudad, valora Vicente Marañón. Y es aquí donde podría aparecer un escollo extra en la negociación, si bien Cs todavía no ha decidido si se convertirá en una línea roja.

Marañón vuelve a recordar que Burgos necesita un concejal de Hacienda a tiempo completo, con conocimientos y experiencia en materia económico-financiera. Y el actual, David Jurado, no encaja en el perfil. «No es por Jurado», insiste; el problema no es la persona, sino el perfil, pues el concejal no tiene preparación y, además, comparte su dedicación municipal con la Portavocía del PSOE en la Diputación.

Así que su mantenimiento como concejal es un tema «colateral que influirá a la hora de hablar sobre el presupuesto», aunque todavía no saben en Cs de qué manera. Lo mismo que su propuesta de reorganizar el Ayuntamiento, para crear tres o cuatro áreas encabezadas por una persona de confianza, experta y capacitada, que sirva de enlace entre políticos y técnicos.

El portavoz de Cs pondrá ambos asuntos sobre la mesa de negociación, sin olvidar su principal reclamación: que el presupuesto sea un proyecto estratégico de ciudad, «sólido y transversal». La formación naranja quiere huir de planteamientos que centran la acción política en el primer y el último ejercicio de mandato, y de proyectos cortoplacistas que solo ven el futuro de la ciudad hasta el final del mandato.

Y todo teniendo en cuenta la situación política nacional, de la que Burgos no puede evadirse. Vicente Marañón no obvia que ni PSOE ni Cs son partidos de ámbito nacional y podría darse el caso de que la formación naranja no viese bien las negociaciones, con posterior acuerdo, en Burgos.

De momento, no hay nada en esa dirección y Marañón y su equipo trabajan bajo la premisa de que el Ayuntamiento lo gobierna el PSOE y con ellos se debe de negociar el borrador presupuestaria. Lo que pueda pasar en próximos días, se irá viendo.