Luz verde a la disolución de los consorcios de Villalonquéjar y el Desvío

La decisión, que se venía barruntando desde hace ya varios meses, viene apuntalada por dos cuestiones clave. La primera es la intención de la propia Fundación Caja de Burgos, socio clave en ambos consorcios, de poner punto y final a los mismos; la segunda viene derivada de un fundamento legal, ya que en las condiciones actuales, ambos consorcios están en causa de disolución objetiva al contar únicamente con el respaldo de una administración pública, en este caso, el Ayuntamiento de Burgos.

A tenor de estas dos cuestiones, y entendiendo que la existencia de ambos concorcios ya no tiene sentido en el momento actual, el Ayuntamiento ha decidido dar un paso al frente y abordar la disolución y posterior asunción directa de la gestión de los terrenos.

Eso sí, todavía queda mucha tela por cortar. Tanta que, a pesar de compartir el fondo de la operación, el PSOE se ha abstenido en la votación para inicio del expediente. En este sentido, los socialistas abogan por abordar la disolución, pero exigen mayor orden y concreción en los pasos a dar en aspectos fundamentales, como la calificación futura de los terrenos o la selección del equipo que asumirá la gestión de los mismos en sustitución de los profesionales de la Fundación Caja de Burgos.

«Estamos de acuerdo en que los entes han dejado de tener su utilidad, pero hay que disolverlos bien, no de cualquier manera», ha subrayado el portavoz socialista, Daniel de la Rosa, al tiempo que reivindicaba las aportaciones de su grupo en la redacción de la hoja de ruta a seguir.

Sea como fuere, y a expensas de los acuerdos o desacuerdos políticos que puedan llegar durante los próximos meses, lo cierto es que la disolución ya esta en marcha. Y eso, a juicio del equipo de Gobierno, es lo más «importante». «Este es un tema de ciudad» y «tenemos que ser valientes», ha subrayado el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, quien, al igual que la alcaldesa, Cristina Ayala, ha tendido la mano a los socialistas para abordar el trámite de manera consensuada.

No en vano, han subrayado ambos, se trata de un tema vital para las cuentas municipales, habida cuenta de que la deuda acumulada por ambos consorcios supera los 200 millones de euros.

Una deuda que, eso sí, se verá significativamente recortada a lo largo de este ejercicio en virtud de la amortización anticipada prevista por el bipartito. Una amortización de más de 35 millones de euros que se abordará gracias a una modificación presupuestaria que también ha recibido hoy el visto bueno del Pleno.

En este caso, la modificación será de 41,8 millones de euros, de los que 30,1 se destinarán íntegramente a la amortización de deuda, una cantidad muy superior a la abordada en cualquier otro ejercicio presupuestario por parte del Ayuntamiento que, además, se complementará con otros cinco millones reservados ya para tal fin en la cuenta particular de los consorcios.

El resto de la modificación presupuestaria, que en este caso no ha obtenido el respaldo del PSOE, se complementa con varias partidas de inversiones y, sobre todo, de pago de sentencias judiciales firmes.