Hartazgo de los vecinos de Villatoro: un millón de euros en impuestos y ninguna inversión

«Somos el granero de la ciudad», afirma Sergio Simón Portilla, pues el Consistorio saca alrededor de 1 millón de euros anuales de impuestos directos, pero «no se invierte nada». En veinte años solo ha habido dos inversiones, una del Plan E del Gobierno central y otra en el campo de fútbol, que «no se puede usar», pues su mantenimiento es muy costoso y no tiene vestuarios, lo que impide jugar a los clubes federados.

Los vecinos están «hartos de pagar impuestos», mientras esperan a que se cumplan los compromisos adquiridos, como la construcción de una acera y carril bici de conexión con la ciudad. Sin embargo, de ese proyecto no saben nada, solo que se destinarán 100.000 euros para reparar una acera, que está «reventada» y hace tiempo que se convirtió en un peligro para los peatones.

En Villatoro también exigen una inversión en el centro muncipal, que es completamente inaccesible. No cuenta con ascensor y, justo a la entrada, hay varios escalones. Por ese motivo, aunque se puede usar para que los niños hagan actividades y los mayores acudan a los cursos de envejecimiento activo, no es un punto de votación en elecciones, lamenta Portilla.

Por todo ello, los vecinos han decidido crear una nueva asociación, que sirva de interlocutor válido con el Ayuntamiento, una vez se han desmantelado los consejos de barrio. Están preparando la documentación y, si todo va bien, podría estar en marcha a principios de año. Sabia nueva para una lucha vecinal de décadas, forzada por la inacción del Ayuntamiento, insisten los vecinos.

Sobre el problema de las filtraciones de agua, Sergio Simón Portilla hace tiempo que perdió la esperanza de solucionarlo. Este año, como «ha sido muy seco», la situación de las viviendas se mantiene. Uno de los vecinos sigue pagando para que hagan un informe exhaustivo de las grietas en sus vivienda, «aglo que tendría que hacer el Ayuntamiento», según Portilla.

No se han caído nuevas casas, pero si no se solventa el problema, se acabarán cayendo. Y las nuevas construcciones tienen que llevar un refuerzo importante, pues «el terreno está encharcado». Si el arroyo no se recanaliza, el problema seguirá estando ahí y, de momento, va a haber que esperar unos meses a que se puedan iniciar las obras.

El concejal de Urbanismo, Daniel Garabito, explica que están a la espera de la respuesta de la dirección de obra ante la petición de la empresa, Herrero Temiño, de rescindir de manera amistosa el contrato. El alcalde, Daniel de la Rosa, indicó la semana pasada que, llegados a ese punto, se tendrían que volver a licitar las obras, para lo que se ha reservado partida en la modificación presupuestaria. También confiaba en que estuvieran readjudicadas a finales de año.

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