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Las obras de limpieza de las pequeñas laderas del viejo monasterio de San Francisco han sacado a la luz una antigua conducción, una salida de aguas, desde el interior del inmueble hacia la calle San Francisco. Se trata de una obra realizada, según la ... arqueóloga Fabiola Monzón, «a finales del siglo XIX o principios del XX».
La zona, que ha quedado sin andamiar, está en estudio ahora. Monzón, que conoce el lugar porque ya ha trabajado en el pasado en este espacio, ha estado realizando los trabajos de prospección de este espacio aparecido hace unas semanas y de catalogación de este hallazgo. En un lugar como este «hay restos de varias épocas», pero los que han aparecido estas semanas corresponden a una «etapa reciente».
Las obras de consolidación del monasterio comenzaban hace 20 días. La empresa Aibur es la responsable de la restauración del inmueble que tendrán una duración de medio año. Las primeras tareas se dedicaron a la limpieza de la maleza, tanto del interior como del exterior del recinto. Ha sido precisamente en esa tarea previa cuando han aparecido las conducciones, ocultas bajo tierra y viejos lodos.
Respecto a la datación que indica Fabiola Monzón, «no es difícil determinarla porque incluso algunos de los ladrillos llevan una firma de empresa», ha indicado. En este tramo, que hace esquina entre la calle San Francisco y el cruce con la calle Azorín, ha quedado al descubierto una canalización, una pavimentación, posiblemente de la epoca en la que era cuartel de Intendencia y un cuadrado realizado en ladrillo.
Fue en los primeros días del mes de julio cuando el responsable de Hacienda y Patrimonio o del Ayuntamiento de Burgos, Ángel Manzanedo, firmaba la adjudicación a Aibur Restauraciones, que ya se había hecho cargo de otras obras en este monumento, por un importe de 185.130 euros.
La ciudadanía ya podrá disfrutar, una vez queden terminadas y consolidadas las ruinas, de un espacio nuevo en una zona que carece de infraestructuras culturales. El recinto se podrá usar para actos culturales y sociales. La zona será ajardinada y se va a adoquinar en su interior.
Hace dos años ya se acometió una restauración parcial y se invirtieron 43.600 euros. La obra se concretó en frenar su deterioro que por entonces amenazaba con caerse. El actual proyecto se va a centrar en consolidar las paredes, recuperar el solar y dedicar, con otros proyectos de carácter cultural, un nuevo recurso para la ciudadanía.
En noviembre de 2021 se llevaron a cabo los primeros trabajos de consolidación de las ruinas. Se quitaron las hierbas, la maleza, se cortaron algunos arbustos, se adecentó la fachada para evitar desprendimientos y se recolocó el nido de la cigüeña y se limpiaron todos los grafitis de las fachadas y alrededores
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