Confían en que la nueva ordenanza de chamizos de Burgos aporte «seguridad»

Y es que, según ha subrayado el concejal de Licencias, Miguel Balbás, la proliferación de chamizos en la ciudad es una constante desde hace muchos años, y «la mayor parte» de los mismos no cuentan con unas condiciones mínimas de salubridad, higiene o seguridad. Vamos, que «cualquier día puede pasar una desgracia».

Ante dicha problemática, el Ejecutivo local ha decidido entrar a regular la actividad, una cuestión que ha despertado cierta polémica, pues el propio secretario municipal ha puesto en cuestión la capacidad competencial del Ayuntamiento en esta materia a través de un informe que, por cierto, contradice otro informe del jurídico del departamento de Licencias, que entiende que el Consistorio sí puede establecer el marco regulatorio específico. De hecho, tal y como recuerdan desde el equipo de Gobierno, otros ayuntamientos así lo han hecho con anterioridad.

En este sentido, el espíritu del texto, según Balbás, es claro: establecer las condiciones normativas que permitan el desarrollo de la actividad con las correspondientes medidas de seguridad y salubridad. Básicamente, los propietarios de los locales que actualmente se alquilan para reuniones privadas de personas, fundamentalmente jóvenes, han de tener unas condiciones mínimas, avaladas por informes.

Además, no podrán situarse en determinadas zonas y deberán cumplir una serie de normas que permitan el correcto descanso de los vecinos, una circunstancia que se aplica también a los usuarios de los propios chamizos. En caso de incumplimiento, la nueva ordenanza contempla la posibilidad de sanciones.

En el texto se ha recogido la excepcionalidad de los locales destinados a los ensayos musicales, que tendrán una normativa específica para regular su actividad, tanto en horarios como en condiciones generales.

En todo caso, y a pesar de poner en valor que se pretenda regular esta actividad, desde la oposición ponen en duda varios aspectos. Y no sólo el referente al ámbito competencial del Ayuntamiento, sino también a las numerosas normas que han de cumplirse. Y es que, a juicio de Vox y del PP, las limitaciones impuestas provocarán la «prohibición de facto» de los chamizos, ya que muy pocos podrán cumplir las condiciones establecidas.

En todo caso, una vez aprobado inicialmente el texto, este deberá someterse a un periodo de exposición pública durante el que se prevé la presentación de no pocas alegaciones. Una vez analizadas con detenimiento, la ordenanza deberá ser aprobada de manera definitiva para entrar en vigor, por lo que su aplicación no llegará hasta dentro de varios meses.

Todas las noticias de Burgos, en BURGOSconecta.