El arreglo de las filtraciones de Villatoro se retrasa, al menos, hasta finales de verano de 2023

Gabriel de la Iglesia

Burgos

Jueves, 17 de noviembre 2022, 12:05 | Actualizado 14:19h.

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El proyecto continúa acumulando retrasos, pero, al menos, ya se ha desbloqueado la situación. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos ha dado hoy luz verde al inicio del expediente para la resolución amistosa del contrato de las obras destinadas a acabar con las filtraciones de agua en el barrio de Villatoro, que se han convertido en todo un quebradero de cabeza para la administración y, evidentemente, los vecinos afectados por la aparición de grietas en sus inmuebles.

Tal y como ha explicado el vicealcalde, Vicente Marañón, el Ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo con Herrero Temiño, empresa adjudicataria de las obras, para rescindir de manera amistosa el contrato al detectarse errores en las mediciones iniciales que «impedían» jurídicamente desarrollar los trabajos.

En concreto, ha señalado Marañón, el proyecto redactado en 2015 por Prointec calculaba la ejecución de un mallado de hormigón de 7.900 metros cuadrados, pero posteriormente se evidenció que esa superficie debía ser en realidad de apenas 3.500 metros cuadrados.

Ese error en las mediciones afectaba a todo el proyecto en su conjunto, e imposibilitaba su ejecución, ya que de ponerse manos a la obra, la empresa no podría certificar los trabajos desarrollados al no concordar con lo establecido en el proyecto, el cual, además, no podía modificarse en los términos necesarios, al haber una gran diferencia en el presupuesto.

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A la vista de la compleja situación, el Ayuntamiento puso sobre la mesa la posibilidad de rescindir el contrato de manera amistosa y parece que la empresa ha dado el visto bueno, lo que permite desbloquear el conflicto.

Eso sí, esta decisión supone un nuevo retraso para un proyecto que los vecinos del barrio llevan esperando muchos años. Y no será un retraso menor, ni mucho menos.

Y es que, tal y como ha reconocido Marañón, el proyecto se volverá a licitar «de inmediato» tras la correspondiente revisión del mismo, pero las obras quedan totalmente supeditadas al calendario de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que por norma general impide la ejecución de este tipo de obras entre los meses de abril y agosto. Vamos, que hasta bien entrado el próximo verano no entrarán las máquinas en el entorno.

Se trata, pues, de un nuevo retraso en el desarrollo de una obra «mal» proyectada en 2015. En este sentido, tanto el vicealcalde como la coportavoz del equipo de Gobierno, Nuria Barrio, han lamentado que durante la pasada legislatura «no se hiciera nada». «Algo se hizo mal y se perdió un tiempo precioso», han subrayado.

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