Burgos incentivará que los promotores busquen la excelencia en sostenibilidad y eficiencia energética

El concejal de Fomento, Daniel Garabito, asegura que el actual texto del PGOU «está cojo» en materia de sostenibilidad. Por ese motivo, el equipo de Gobierno plantea una modificación, a su juicio desde un enfoque «muy pionero» y transversal, que complemente otras acciones que ya se están realizando en el Ayuntamiento, como los incentivos económicos o los cambios de normativa en Licencias en cuanto a fachadas ventiladas.

La propuesta pasa por establecer diferentes categorías o grados. En primer lugar estaría el grado general, que supondría cumplir la actual normativa del Código Técnico de la Edificación, «que cada vez es más exigente» y está más cerca de la excelencia. «El Ayuntamiento quiere ayudar a que los promotores terminen de dar el paso», explica Garabito, así que el grado intermedio anima a la instalación de equipos de energía renovabale en los edificios en los que no es obligatorio.

El propio código establece que, por ejemplo, las dotaciones públicas deben generar su propia energía, pero ese requisito no es obligatorio para las viviendas. La idea es que los promotores que cumplan esa condición de manera voluntaria disfruten de ventajas en la edificabilidad, como flexibilidad en la normativa de terrazas o cuerpos volados. Esas ventajas les ayudarán a sufragar los costes extra de implementar proyectos más sostenibles.

El último grado sería el especial, destinado a promotores que construyen bajo estándares de alta eficiencia energética o sostenibilidad ambiental. A las ventajas anteriores se sumarán otras en materia de fachadas o trasteros, por ejemplo. Además, las construcciones en parcelas municipales, tanto si las promueve el Ayuntamiento como si lo hace un tercero al que se han cedido, deberán responder al grado especial.

Daniel Garabito insiste en que se ofrecen ventajas en la edificación que no alteran la estética de la ciudad. Se puede jugar con el número de trasteros bajo cubierta o rasante, pero no con el número de alturas de un edificio. Por otra parte, el concejal ha recordaod que también están flexibilizando o eliminando restricciones para la instalación de sistemaas de energías renovables en edificios, como las que se las prohíben si son visibles desde la calle. En estos casos se apueta por camuflarlas.

La normativa será de aplicación tanto en los edificios de nueva construcción como en otras edificaciones ya existentes, y entrará en vigor una vez se haya aprobado de manera definitiva la modificación del PGOU. En estos momentos, Fomento está revisando la primera versión del documento y «se han detectado errores». Habrá que subsanarlos y, con la versión definitiva, se llevará al Pleno para su aprobación inicial.

A continuación se abrirá un periodo de exposición pública para recibir alegaciones y, cuando estas se resuelvan, el documento volverá al Pleno para su aprobación provisional. Se remitirá a la Junta de Castilla y León y, cuando le dé el visto bueno, se aprobará definitivamente. Daniel Garabito prefiere no hablar de plazos, pues hay trámites que no dependen del Ayutnamiento, pero la modificación se comerá este 2021 y parte del 2022.