Burgos dispone de suelo para levantar 7.500 viviendas con un techo de 122.000

Los sectores urbanizables estaban «sobredimensionados», ha recordado el concejal de Urbanismo, Daniel Garabito. El PGOU predecía un crecimiento del 20% en la población burgalesa, llegando a los 286.000 habitantes. Sin embargo, estamos en 175.000 y, además, todavía hay suelo pendiente de desarrollo para levantar viviendas.

Ese es el «caballo de batalla» de la ciudad, el desarrollo del suelo urbanizable no consolidado, en el que todavía caben 7.500 viviendas. «No tiene sentido seguir extendiendo la ciudad como una mancha de aceite», ha apuntado Garabito, creando nuevos sectores cuando hay algunos, integrados en la trama urbana, pendientes de desarrollo.

Uno de los ejemplos es la zona de Fuentecillas, en el S-7 y S-8, que se está reactivando tras más de una década de parón. Así que no se crearán nuevos sectores hasta que no se complete la trama urbana, de ahí que la desaparición de los cuatro sectores anulados por los tribunales no tenga una repercusión real en el futuro de la ciudad.

Se trata de los sectores S-32 Arlanzón, S-33 Villatoro, S-35 Villímar y S-36 Mirabueno, que contemplaban levantar cerca de 15.000 viviendas y que ahora pasan a ser suelo rústico. Sin ellos, el techo de viviendas pasa de 137.000 a 122.000. Suficiente para las previsiones de crecimiento de la ciudad, y más ajustado a la realidad que el documento original de 2014.

Eso sí, estos cuatro sectores no son los únicos que sufren cambios con respecto al PGOU de 2014. Desaparece también el PERI (Plan Especial de Reforma Interior) del pueblo de Villalonquéjar, por el que se recalificaron parcelas para convertirlas en suelo urbanizable y levantar 800 viviendas. No hay interés en el desarrollo del PERI, así que se ha eliminado, lo que supone un alivio para los propietarios de los terrenos, que venían pagando un IBI de suelo urbanizable y ahora volverán a la fórmula de rústico.

Además, se ha revisado el sector de las cocheras de la Carretera Poza, que va a seguir siendo residencial pero permitiéndose realizar actuaciones para el mantenimiento de las cocheras mientras se desarrolla el proyecto de su reubicación. Hasta ahora, el carácter de residencial impedía actuar en la instalación, que se ha ido deteriorando sin remedio.

Por otra parte, el alcalde, Daniel de la Rosa, ha recordado que está en marcha otra modificación puntual del PGOU para recalificar el suelo adscrito al CAE y revertir 4 millones de metros cuadrados en suelo industrial para la la ciudad. El proceso «va a buen ritmo» pero todavía quedan entre tres y cuatro meses para la aprobación inicial.

La actual revisión del PGOU se llevará para su aprobación al pleno de este viernes. Es una aprobación inicial, tras la cual se abrirán dos meses de información pública y, luego, se solicitarán los informes sectoriales correspondientes. Cuando el Ayuntamiento apruebe definitivamente el documento, deberá ser la Junta la que le dé el visto bueno y lo autorice.