PSOE y PP se enzarzan en una bronca mientras Podemos abandona el pleno municipal

Tras dos horas de debate, y cerrando el turno de intervenciones, Blasco le ha pedido al alcalde un minuto extra para explicar una propuesta de los 'populares' con respecto al II Plan de Crisis. Sin embargo, De la Rosa no ha accedido, recordándole no solo el tiempo que se llevaba ya debatiendo sino que el plan de crisis irá al pleno del viernes, donde se aprobará la modificación de crédito correspondiente, y allí se seguirá debatiendo.

Blasco ha insistido, de manera muy reiterada, que en solo le pedía un minuto, acusando a De la Rosa de «no interesarle las propuetas del Partido Popular». Ha calificado lo ocurrido de «vergüenza», apuntando que «Burgos no se merece este alcalde». Pese a todo, Blasco no ha podido realizar la propuesta, pues De la Rosa no le ha concedido el minuto extra. «Haber calculado mejor el tiempo», le ha dicho, y ha acabado retirándole la palabra.

De esta manera, tan abrupta, se ha dado por concluido el pleno extraordinario, que se había iniciado con la salida también abrupta de Podemos. Marga Arroyo ha criticado la petición de pleno por parte del PP. «Es una vergüenza y una falta de respeto que el PP quiera sacar rédito electoral» en el contexto de la pandemia«, ha afirmado, remantan con que Podemos estaba dispuesto a «contribuir a este paripé».

A su juicio, ahora toca «invertir todo el talento en medidas para sacar a la ciudad de la crisis económica y social». Arroyo, como también el PSOE y Cs, consideran este pleno «inútil» y, en el caso de la portavoz de Podemos, además, buscaba «tapar las vergüenzas del Partido Popular en la Junta de Castilla y León». La concejal ha acusado al presidente Alfonso Fernández Mañueco de «maltratar sistemáticamente a la provincia» durante la pandemia.

Por todo ello, Marga Arroyo ha anunciado que Podemos no iba a participar del pleno y que renunciaban a la dieta que les corresponde por haber acudido en un primer momento. Luego, se han desconectado. La decisión ha sido criticada por Vox, que la ha calificado de «deserción express», y por el Partido Popular, que ha acusado a la formación de «populismo barato» por su «esperpento».