El Ayuntamiento se fía de la iniciativa privada en la venta del Burgos CF a Figoli

Este ruido social salpica de alguna manera a muchas instituciones de la ciudad. Una de ellas es el Ayuntamiento de Burgos, que cada año destina, mientras el Burgos CF esté en el fútbol profesional la cantidad de 800.000 euros. Además, el Consistorio es el propietario del Estadio de El Plantío, que cedió por cuatro décadas en una concesión demanial a la SAD liderada entonces por el Grupo Yucón.

En los grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Burgos también existe preocupación por el devenir del primer club de fútbol de la ciudad. Es, junto al Longevida San Pablo, la sociedad deportiva con más abonados, superando los 9.000. Esto quiere decir que, al menos, el 5% de los vecinos de la ciudad acude cada día de partido al estadio.

Ante esta situación, el Consistorio y sus grupos, en representación de toda la ciudad, también tiene algo que decir.

El concejal, presidente del Consejo de Administración del Servicio Municipalizado de Deportes, César Barriada, ha asegurado que el Burgos CF «es una mercantil y como tal, al igual que cualquier otra empresa, tiene una libre disposición respecto de la venta de sus activos, respecto de la venta de sus acciones o la incorporación de nuevos inversores a la propia sociedad». Por esta razón, desde el equipo de Gobierno no pueden, «ni debemos decir nada más, simplemente desear todo el acierto del mundo».

Sin embargo, sí se va a prestar más atención «al contrato de la concesión demanial». Barriada ha recordado que el Ayuntamiento de Burgos realizó la cesión «a cambio de unos condicionantes y están recogidos en este contrato. Es obvio que cualquiera que pase a formar parte del accionariado del Burgos se subroga también en estas obligaciones y desde el punto de vista del Ayuntamiento pues lo que estaremos es pendientes de que se cumplan los compromisos adquiridos y que se lleven a cabo conforme se establece en este contrato», ha concluido.

El primer grupo en dar a conocer su postura sobre el proceso de venta del Burgos CF fue el PSOE, la semana pasada. El portavoz socialista, Daniel de la Rosa, se remite a lo manifestado por él mismo y por el concejal de deportes del grupo, Julián Vesga, en una comparecencia de prensa.

El que fuera alcalde de la ciudad asegura que si bien el Burgos CF es un «sentimiento», a los actuales propietarios hasta la venta de la sociedad, el grupo Yucón, hay que entenderles y respetar sus decisiones. En esa rueda de prensa, De la Rosa expresaba que «el Burgos CF es una sociedad anónima deportiva y tiene total libertad para comprar y vender acciones como crea oportuno pero también hay que poner sobre la mesa que el fútbol son sentimientos».

Ambos ediles manifestaron que sería conveniente que el equipo de Gobierno solicitara «una reunión» con los vendedores para recabar toda la información posible porque entienden que se trata de una operación de envergadura, más aún cuando el Ayuntamiento «es el patrocinador principal» del club en la Liga Hypermotion y que sobre el estadio existe una concesión demanial para su explotación. Entiende que está bien que «las partes se sienten y hablen».

De la Rosa también aseguraba que también habría que tener en cuenta «los precedentes que ha habido en el fútbol burgalés» para valorar todo el proceso.

La opinión del vice alcalde y portavoz de Vox, Fernando Martínez Acitores, es «necesario conjugar dos factores» por un lado, «acertar en quién compra el club», aunque entiende que «lo deseable es que fuera un equipo en manos de burgaleses». El vicealcalde es un asiduo a los partidos del Burgos CF en El Plantío y un firme aficionado que quiere «lo mejor para el club»

Acitores apunta que el Burgos CF es una sociedad anónima deportiva, «es una mercantil en manos privadas, con lo cual sus dueños pueden hacer con la sociedad lo que estimen oportuno». Sin embargo entiende que hay que actuar con cautela por «experiencias anteriores» y entiende que se haya «generado resquemor, que haya generado cierto recelo porque se podría repetir la historia»

Aún con esa consideración, el vicealcalde entiende que la circunstancia «más deseable es que estuviera en manos de burgaleses». Cree que con la propiedad local se viviría como un acicate, «porque lo vivirían más, porque tendrían más cariño por los colores y sería lo más deseable».

Acitores reflexiona que, a partir de ahí, cree que poco se puede hacer. «No se trata de un posicionamiento político», en este caso de Vox, sino de «estrategias empresariales y cariño a unos colores de una ciudad». Por un lado, «yo creo que los propietarios del Burgos pueden hacer lo que estimen oportuno, pero por otro, tiran mucho los sentimientos»