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El revuelo generado por la ampliación de la parada de autobús urbano en la calle Rosalía de Castro, en el barrio de El Pilar, ha llevado al Samyt a aplazar la ejecución de las obras. Se iban a iniciar en la tarde del miércoles, ... de hecho, se habían colocado las señales informativas preceptivas, pero ahora se abrirá una vía de diálogo con los vecinos para explicarles el proyecto antes de meter las máquinas.
El concejal responsable del Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes, Leví Moreno, asegura no entender «qué les parece mal» del proyecto, pero está dispuesto a sentarse a hablar con ellos. Insiste en que la obra forma parte del conjunto de actuaciones que se están llevando acabo para hacer más accesibles las paradas de bus urbano. En concreto, del contrato actual que reformará 26 paradas en toda la ciudad.
«Es una parada accesible, que cumple perfectamente con los parámetros de accesiblidad y que mejorará el barrio», asevera. Aun así, Moreno afirma que «no pasa nada», en lugar de acometer ahora la obra, se aplaza y se les explica a los vecinos. «No vamos a hacer nada en contra de los vecinos», asegura, de ahí que, en cuanto le han llegado las quejas, haya paralizado el inicio de los trabajos.
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Los vecinos se han enterado de la intención del Ayuntamiento de Burgos este martes, cuando se instalaron los carteles que prohibían el estacionamiento en la zona y se pintaron las líneas en la acera que delimitan la nueva parada. Insisten en que se ha actuado con nocturnidad y alevosía, «a escondidas», y a primera hora de la tarde estaban a la puerta de sus domicilios con la intención de impedir el inicio de las obras.
No ha sido necesario, nadie se ha acercado por allí, aunque los vecinos no parecen dispuestos a ceder. Afirman que han cedido ya bastante, por ejemplo, cuando se instaló la actual parada, a la entrada del residencial El Pilar. Para ubicarla, perdieron zona de aparcamiento privada, con el compromiso de que el Ayuntamiento la asfaltaría, pero nadie ha cumplido la promesa municipal.
«No entiendo que se quite toda una fila de aparcamientos cuando los vecinos no tienen aparcamiento subterráneo«, explica Isabel Abad, quien fuera concejal en el Ayuntamiento de Burgos con el PSOE y que es una de las vecinas afectadas. Abad considera que, cuando se va a acometer una obra que afecta a una comunidad de vecinos, hay que explicarla y hablarlo antes con los afectados.
Abad recuerda también que, cuando uno de los vecinos solicitó una plaza de aparcamiento para personas con discapacidad, porque la necesita, se le denegó. Se alegó entonces que no había suficiente espacio de aparcamiento para reservar una plaza de esas características. Sin embargo, ahora están dispuestos a eliminar una decena de plazas cuando la parada actual cumple de sobra con su cometido.
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Otra de las vecinas, Mari Cruz, insiste en que el proyecto no se ajusta a las normativas municipales en cuanto a ocupación de suelo y disponibilidad de zona peatonal. La crítica de los vecinos se fundamenta en que, para ampliar la parada de bus, se elimina toda una fila de aparcamientos y se reduce la acera, pegando la parada a las viviendas. También se aleja la marquesina, que quedaría próxima a la carretera.
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