Aumenta un 22,6 % las horas de la ayuda a domicilio y un millón su coste en Burgos

En el último año, se han incrementado las horas de atención de la ayuda a domicilio un 22,6 %, se ha pasado de 236.368 horas en 2021 a 287.320 horas en 2022. Aunque los expedientes de la ayuda a domicilio se han estabilizado sobre los 2.000 usuarios. En 2021 se prestó servicio a 2.126 usuarios y en 2022 hubo 1.970 expedientes activos.

La ayuda a domicilio, a diferencia de la teleasistencia y la comida a domicilio, cayó en el número de usuarios en 2020. Este servicio requiere la presencia en el domicilio del profesional y, por el riesgo de contacto de la covid, solo se atendieron las situaciones extremas. En 2019 hubo 2.015 usuarios y en 2020 cayeron a los 1.770. Pero como ha puntualizado Sonia Rodríguez, concejala del Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burgos, «eso no implica que se preste menos atención, el número de horas prestadas sigue incrementándose de año en año».

La ayuda a domicilio se presta a personas de edad avanzada, personas con discapacidad y menores de edad cuyas familias no pueden prestarles toda la atención que requieren, al igual que familias con muchas cargas de cuidados. Pero el perfil de los usuarios es el de mujeres solas y mayores de 90 años. De hecho, el 92,5 % de los usuarios son personas mayores. El 6,23 % son personas con discapacidad menores de 65 años y 11 de los expedientes son de familias. Pero entre los mayores de 65 años, el 30 % son mayores de 90 años.

Rodríguez ha señalado que es «interesante» conocer dónde se encuentran los usuarios de la ayuda a domicilio por zonas de la ciudad porque «se ha detectado un incremento de usuario en la zona de Gamonal Antigua y en el CEAS de Río Vena. En la zona de Gamonal Antigua se encuentran casi el 15 % de los usuarios y en el CEAS de Río Vena están el 14,35 %. Aquí aumentan los usuarios de año en año, lo que nos indica un cambio en la distribución de la población y un envejecimiento en barrios que antes se consideraban barrios de residencia de familias jóvenes».

El servicio de comida a domicilio ha crecido después de ser más conocido durante la pandemia de la covid-19. El número de usuarios en 2022 fue de 738, se han duplicado en cuatro años, aunque el incremento del último año ha sido menor. En 2019 hubo 420 usuarios, en 2020 fueron 609, en 2021 estaban en 659 y en 2022 han llegado a los 738. En el último año, por tanto, el incremento ha sido del 12 %.

Se repartieron en 2022 155.575 menús y, aquí, también hay más usuarias que usuarios. Un 44,7 % de hombres frente a un 55,3 % de mujeres.

Aquí también los usuarios son, sobre todo, personas mayores, un 86,5 % son mayores de 65 años, el 65 % son mayores de 80 años y el 25,7 % son mayores de 90. Por su parte, el 13 % son personas con discapacidad y también se dio servicio a tres peregrinos que estuvieron confinados por la covid-19.

Estos dos contratos, la ayuda y la comida a domicilio, son contratos propios gestionados por el Ayuntamiento y los factura el propio Consistorio. En cambio, la teleasistencia es un servicio gratuito financiado por la Junta. Pero los precios que debe abonar el usuario de la ayuda y la comida a domicilio vienen marcados por la Junta de Castilla y León. Rodríguez ha hecho un llamamiento a la Junta, como se ha hecho en otras ocasiones y desde otras administraciones, para que la Junta cubra el cien por cien de estos servicios. Reconoce la concejala que en 2022 la Junta aumentó la financiación de estos servicios, «pero sigue sin cubrir la totalidad y seguimos aumentando la diferencia entre el coste del servicio y lo asumido por el Ayuntamiento».

El coste del servicio de la comida a domicilio ha sido de 781.050 euros y el de la ayuda ha sido de 5.256.941 euros. Ambos servicios han incrementado el coste «muy notablemente», según Rodríguez. El servicio de la comida a domicilio ha aumentado en un año en 100.000 euros y el de la ayuda un millón. «Este es el segundo contrato más importante del Ayuntamiento después del de basuras», asegura Rodríguez.

Estos seis millones se financian un 20 % por la aportación de los usuarios, un 62 % lo pone la Junta y el 18 % restante el Ayuntamiento. El 20 % aportado por los usuarios es de 253.000 euros en la comida a domicilio y 974.000 euros en la ayuda. La Junta aporta 3.786.000 euros y el Ayuntamiento casi un millón de euros.

Rodríguez reconoce que entiende que el Ayuntamiento gestione estos servicios «como entidad más cercana al ciudadano, pero no vemos razonable que lo financie el Ayuntamiento. De año en año la financiación del Consistorio va creciendo. La Junta, a través de sus propios impuestos y transferencias del Estado, obtiene recursos para asumir el coste de estos servicios».

El coste de la ayuda y la comida a domicilio viene marcado por las directrices de la Junta, pero el de la teleasistencia es gratuito para los usuarios. Desde enero de este año se ha implementado un contrato de carácter regional, pero el Ayuntamiento sigue gestionándolo.

Desde enero de 2021 el servicio es totalmente gratuito y, en base a esta gratuidad y por las circunstancias de la pandemia, se han incrementado el número de usuarios. Se ha duplicado en dos años y en el último año ha crecido un 34 %. En 2020 atendió a 1.057 usuarios, en 2021 se prestó servicio a 1.580 y en 2022 fueron 2.121. El 74 % también son mujeres.

Rodríguez destaca que en el servicio de ayuda a domicilio ha habido un 14,5 % de renuncias. Apunta a que esto se puede deber a que el servicio de comida y la ayuda a domicilio tiene unos precios tasados de forma autonómica y estos se encarecen según la renta de usuarios. «En las rentas altas compensa tener un servicio contratado más adaptado y es por lo que optan las personas con rentas altas», explica.

Pero, además, estas renuncias también pueden deberse al tiempo que se tarda en tramitar el alta. En los casos de urgencia es reducido, sobre unos dos o tres días, pero en el caso de que sean altas ordinarias se puede tardar más de 90 días en tramitarse, «las personas optan por buscar otro tipo de recursos».