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No ha sido fácil ni rápido, pero el Ayuntamiento de Burgos ha resuelto al fin el contrato de adjudicación firmado en su día con la UTE formada por las empresas Gesdesbur y Construcciones y Obras Llorente para la construcción del nuevo centro cívico de Fuentecillas.
La Junta de Gobierno Local de esta semana ha dado luz verde a la resolución del contrato por «incumplimiento culpable» de la propia empresa, que tras resultar adjudicataria no inició los trabajos.
Esa parálisis llevó al Ayuntamiento a abrir un requerimiento formal a la UTE para el inicio de las obras el pasado mes de septiembre, pero la adjudicataria no respondió y el equipo de Gobierno decidió proceder a la resolución del contrato, un trámite siempre complejo que acaba de culminar.
El expediente lleva aparejadas, además, dos consecuencias. La primera es que el Ayuntamiento ejecutará el aval depositado en su día por la UTE y se incautará de 3.978 euros; el segundo es que ninguna de las dos empresas podrán volver a ser adjudicatarias de una obra municipal.
En todo caso, toda esta situación ha generado un importante quebradero de cabeza para el equipo de Gobierno, toda vez que uno de los proyectos de mayor entidad de los planteados esta legislatura aún no ha comenzado. Y no lo hará hasta el próximo mandato.
No en vano, una vez resuelto el primer contrato, el Ayuntamiento deberá volver a licitar las obras y adjudicarlas, un proceso que se prolongará todavía varios meses. Además, el proyecto está siendo revisado y actualizado, por lo que los trabajos comenzarán sí o sí en la próxima legislatura.
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