El Ayuntamiento de Burgos plantea un ARU en Parralillos

Allí, en una parcela cerrada, se levantan desde hace décadas 64 viviendas distribuidas en seis bloques que actualmente presentan numerosos problemas. Las viviendas son de escaso tamaño, están mal aisladas, tienen amianto en los edificios y cuentan con numerosas barreras arquitectónicas.

Esa circunstancia, unida a la presencia en la zona de varias familias en riesgo de exclusión, motivaron meses atrás que el anterior equipo de Gobierno comenzara a perjeñar un plan de intervención que ha derivado en la redacción de una exhaustiva memoria remitida ya a la Junta de Castilla y León para su análisis y valoración.

Según ha explciado Manso, la memoria ha llegado casi sobre la bocina, puesto que este mes de septiembre finaliza el plazo de presentación de proyectos y los técnicos municipales han trabajado a destajo en la redacción del plan.

Un plan a todas luces ambicioso, sobre todo si se atiende al escenario más optimista. Dicho escenario contempla una serie de actuaciones valoradas en 6,3 millones de euros a financiar por las administraciones a cargo de los Next Generation y los propios vecinos.

En este sentido, la operación está condicionada a una circunstancia muy relevante. Los vecinos son propietarios, no sólo de las viviendas, sino de toda la parcela donde se levantan. Una parcela en la que, por cierto, el actual PGOU pinta unos buenos aprovechamientos urbanísticos.

Así, la idea del Ayuntamiento pasa por expropiar a los vecinos parte de esa parcela para abrir una calle entre la urbanización y el centro de artes La Parrala, urbanizar el entorno y levantar hasta 20 viviendas de carácter social con bajos comerciales.

Esa operación permitiría además financiar parte de las actuaciones planteadas en las viviendas, que pasan por mejorar la envolvente, retirar amianto, eliminar barreras arquitectónicas, implementar la eficiencia energética y, llegado el caso, ampliar las propias viviendas en unos 20 metros cuadrados con sendas prolongaciones de los bloques.

Ese, en todo caso, es el escenario ideal, pero su ejecución dependerá de la valoración de la Junta, que tiene sobre la mesa otros dos escenarios más contenidos, en los que las actuaciones privadas y públicas son de menor envergadura.

A este respecto, Manso ha insistido en que el objetivo pasa por acometer el escenario más ambicioso entre 2024 y 2026, ya que se trata de una zona muy degradada de la ciudad.

Por su parte, el concejal del PSOE y anterior responsable del área de Urbanismo, Daniel Garabito, ha dado su beneplácito a la actuación, recordando que se incluye en el Plan Municipal de Vivienda lanzado por el anterior Ejecutivo local.

Un Plan que, eso sí, contempla también actuaciones en muchos otros puntos de la ciudad, con especial atención a la Barriada Inmaculada. Esa zona sigue siendo, a juicio de Garabito, la prioridad absoluta. Así, y a pesar de reconocer que se trata de una intervención de muchísimo más calado que la planteada para Parralillos, el concejal socialista ha instado al equipo de Gobierno a «poner el foco» en ella de manera especial.