La ORA y los autobuses urbanos vuelven a ser de pago y provocan algunos despistes entre los burgaleses

El cambio de fase no solo ha traído la tan deseada apertura de terrazas o la visita a nuestros familiares, siempre que vivan en la misma provincia. El cambio de fase ha supuesto que los hábitos que habíamos aparcado, regresen. La zona azul de Burgos vuelve a ser de pago, al igual que el servicio de autobuses.

Los trabajadores de la ORA de la capital han vuelto a recorrer las calles este lunes 25 de mayo. Sus vestimentas reflectantes han servido para que algunos recordarán que hoy ya sí había que pagar, la zona azul se ha reactivado. Algunos de estos empleados explicaban que no han notado muchos más coches sin tique pero sí se han percatado de que, algún conductor, al verles, ha retrocedido para sacar el recibo, ya que se le había olvidado después de más de dos meses sin tener que pagar por aparcar en la zona de la ORA.

Durante este tiempo, el servicio ha dejado de ingresar 500.000 euros, pero ante la vuelta de la actividad comercial y hostelera, se ha optado por recuperar la zona azul para garantizar la rotación del tráfico.

Igualmente, los autobuses urbanos de Burgos han vuelto a cobrar por su servicio, que ha dejado de ingresar 800.000 euros. Se pide a los usuarios que usen la tarjeta del servicio de autobuses o paguen con tarjeta pero un conductor lamenta que muchos usuarios hayan optado por pagar en metálico. Igualmente, los conductores de autobuses están molestos porque todavía no se les ha instalado una mampara protectora y es imposible guardar una distancia de dos metros cuando una persona se acerca a pagar.

Algún usuario despistado ha intentado entrar por la puerta trasera continuando con la costumbre de no tener que pagar por el servicio pero cuando el conductor da el aviso, el usuario se tiene que dirigir al asiento de este para abonar el trayecto. Por ello se pide mucha conciencia, cuidado y respeto a la hora de usar el transporte público: guardar la distancia con el resto de pasajeros e intentarlo con los trabajadores del transporte, pagar con tarjeta y no usar los asientos precintados.

Más gente en las calles, más alegría, Burgos despierta del letargo pero hay que ser cuidadoso. Seguimos intentando superar una pandemia que solo en la provincia de Burgos se ha cobrado la vida de más de 300 personas. Por ello, en las tiendas y establecimientos se suceden los carteles explicando las medidas de seguridad, se advierte de que la mascarilla es obligatoria para acceder y los dispensadores de gel hidroalcohólico son un elemento más. Al igual que las colas en la calle. Los establecimientos cuidan mucho que no se aglutine gente en su interior, por lo que es habitual ver a varias personas esperando en la puerta de los locales. Los museos continúan cerrados y no todas las bibliotecas están abiertas. Creo que lo llaman la 'nueva normalidad'.