Burgos elude el aumento de garrapatas que registra Castilla y León

Así lo explica el presidente del Colegio de Veterinarios de Burgos, Tomás Fisac, que insiste en que la situación puede variar en cuestión de semanas aunque, ahora mismo, «no es distinta a la de otras primaveras».

Lo que sí ha cambiado es la mentalidad de los propietarios de mascotas que «utilizan más medidas preventivas», como collares antiparasitarios, pipetas o pastilla para repeler a estos y a otros insectos cuya picadura puede ser dañina.

Las garrapatas pueden vivir ocultas bajo la vegetación durante periodos más fríos y manteniendo un metabolismo muy bajo hasta que el calor y la humedad las hace activarse y aumentar también su reproducción. Por este motivo, el periodo estival es en el que viven su máximo apogeo pero, aunque ha hecho mucho más calor de lo habitual en la capital, en Burgos «no ha habido una explosión» de estos parásitos. En este sentido, Fisac sí hace especial hincapié en la importancia de prevenir, tanto para evitar picaduras en mascotas como en humanos, porque estos insectos pueden transmitir un gran número de enfermedades y lo mejor es «evitar riesgos».

La picadura de una garrapata en sí no tiene por qué suponer un problema más allá de las molestias a nivel cutáneo que provocaría cualquier otro insecto. Sin embargo, el peligro es que esa garrapata esté infectada de algún patógeno.

A los animales pueden transmitirles la babesia, una enfermedad de la sangre que afecta a los glóbulos rojos y que provoca anemia. Pero también contagia la borreliosis o enfermedad de Lyme. Esta afección no solo la desarrollan mascotas, también los humanos y su pronóstico puede llegar a ser grave e incluso mortal.

Por este motivo, en caso de detectar que se ha enganchado una garrapata o detectar su picadura, es importante acudir al médico para que realice una correcta extracción y valore si puede haber infección mediante los análisis correspondientes.

En el caso de los perros, Fisac recomiendo lo mismo. Ante la sospecha de que hayan sufrido una picadura de estos parásitos, lo mejor es llevarlos al veterinario para que evalúe el riesgo. «El rápido diagnóstico y el rápido tratamiento son fundamentales para la evolución favorable de estas infecciones», indica Fisac.

Se trata de una patología que transmiten las garrapatas, una zoonosis causada principalmente por la bacteria Borrelia burgdorferi, aunque otras especies como Borrelia mayonii, Borrelia afzelii, Borrelia garinii o Borrelia bissettiae, por citar algunas, también pueden infectar a los humanos, según explica Raúl Rivas, Catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca.

En el boletín epidemiológico sobre la enfermedad de Lyme, publicado por el grupo responsable de la vigilancia epidemiológica del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, apunta a que recientemente en España se ha producido un aumento de las hospitalizaciones por enfermedad de Lyme del 191,8 %. Además, hay constancia de la ampliación de la distribución geográfica de la enfermedad durante el periodo 2005-2019.

La afección suele causar fiebre, fatiga, dolor en las articulaciones y erupción cutánea, así como complicaciones en las articulaciones y el sistema nervioso. La diseminación de la bacteria puede dar lugar también a manifestaciones más graves, incluidas manifestaciones cutáneas, neurológicas, cardíacas, musculoesqueléticas y oculares.