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Lo peor de la sexta ola ya ha pasado en Burgos, lo que no significa que estemos libres de la covid-19. De hecho, el virus sigue circulando por la ciudad como demuestran los análisis de las aguas residuales realizados por la Universidad de Burgos, ... que dan niveles similares a los de noviembre del pasado año. Registros medios y altos pese a haber superaro los picos más complicados.
El concejal responsable de Aguas de Burgos, Miguel Balbás, explica el análisis de las muestras tomadas (siete tomas diferentes y doce muestras por cada una) muestra una evolución similar a la ola pandémica, pero con cierta anticipación. Se han detectado dos picos. El primero, después de Nochevieja, y el segundo en torno al 11 de enero, justo en los momentos de mayor aumento de la incidencia.
A partir de ahí, «descenso paulatino» aunque con algún repunte leve. Ahora, los registros son de niveles «medio y alto», por lo que no se debe de bajar la guardia. Balbás destaca que existe correlación entre los casos positivos confirmados por los test de Sanidad y los valores de los análisis de las aguas residuales, lo que demuestra que los estudios son una herramienta muy útil como prevención.
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En el trabajo asumido desde que se firmó el convenio entre Aguas de Burgos y la UBU, se han realizado más de 2.000 análisis pero no solo para estudiar la presencia de covid en las aguas fecales. También se han analizado virus respiratorios comunes, digestivos y bacterias relevantes para la salud como la salmonela, la listeria y las resistentes a los antibióticos.
David Rodríguez-Lázaro, el responsable del área de Microbiología de la UBU, explica que la relajación de las medidas anticovid, sobre todo en lo referido a las mascarillas, se deja notar en la presencia de otro tipo de virus, como los digestivos. Los narovirus de tipo 2, en las aguas residuales, presetaban elevados niveles en Navidad, pero luego han descendido en febrero.
Mientras, el tipo 1 ha ofrecido un recuento exactamente igual a los niveles registrdos con la covid-19. Y por lo que se refiere a los rotavirus, se han elevado los recuentos tras Navidad, luego han descendido y, en febrero, ha habido un repunte. La hipótesis, al igual que en el caso de los narovirus, el efecto de las medidas anticovid, además de la vuelta al cole, que impacta en la salud de los niños.
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