La Junta vuelve a derivar pacientes a San Juan de Dios
El acuerdo alcanzado el miércoles desbloquea el conflicto, acaba con la amenaza de cierre y permite al centro retomar su plena actividad
La orden asume el riesgo de presentarse a un concurso abierto y no resultar adjudicataria del nuevo concierto, aunque confía en ser la mejor opción
San Juan de Dios no está dispuesta a competir con la sanidad privada, ofreciéndose únicamente como complemento necesario al sistema público
Desbloqueado el conflicto entre San Juan de Dios y la Junta de Castilla y León, abortada la amenaza de cierre a fecha de 31 de diciembre, Sacyl ha vuelto a derivar pacientes al centro hospitalario. Los primeros, tras el parón decretado el 19 de noviembre, ya están llegando, tal y como han confirmado el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, y Miguel Ángel Varona, uno de los responsables de la orden hospitalaria. La medida sirve también para liberar las plazas en las residencias de mayores de Aranda de Duero y Miranda de Ebro, que Sanidad había bloqueado a fin de disponer de una alternativa al cierre de las instalaciones.
Sáez Aguado se ha reunido esta mañana con miembros del Comité de Empresa, para explicarle el acuerdo alcanzado que “garantiza la viabilidad económica y el mantenimiento de San Juan de Dios”. A continuación, el consejero y los responsables de la orden han comparecido ante los medios para aclarar y concretar los datos de ese acuerdo, alcanzando en la jornada del miércoles, gracias a la intermediación del presidente Juan Vicente Herrera, quien insistía en la necesidad de mantener un centro de las características del burgalés, con más de 60 años de historia a sus espaldas, y que es un “complemento” para el servicio que presta el HUBU.
Con riesgos
“Confiamos plenamente en lo que nos dijo el presidente Herrera”
Desde los Hermanos de San Juan de Dios reconocen que el acuerdo supone un “balón de oxígeno” para el centro, pero no está exento de riesgos. Y es que, la orden ha conseguido que la Junta acepte cambiar el modelo de pago, sustituyendo la fórmula de pago por paciente/estancia/día, a otra en la que se tiene en cuenta el proceso asistencial y la complejidad de la atención. Para ello, el Gobierno Central tendrá que sacar el nuevo concierto a concurso, un proceso “abierto” al que pueden concurrir aquellas empresas que consideren que están capacitadas para prestar el servicio.
San Juan de Dios “asume el riesgo” que supone el concurso, dado que podría no resultar adjudicatario del concierto, pero confía también en ser el centro que mejor cubra los requisitos y condicionantes técnicos y sanitarios que la Junta pueda exigir. Miguel Ángel Varona ha insistido en que van a luchar para defender San Juan de Dios como lo que es, un centro para atender a pacientes crónicos y/o que requieren de cuidados paliativos. La reforma emprendida en 2006 les convirtió en eso, dejando atrás los tiempos de hospital médico-quirúrgico, y no tienen intención de dar marcha atrás.
“Nosotros no queremos competir con lo privado”, ha asegurado Varona. Su único objetivo es “ser complementarios a la administración pública allá donde nos necesite”, pero “si no nos necesita, no queremos competir”. Declaraciones directamente vinculadas con algunas de las propuestas que, en las últimas semanas, les han llegado desde la Junta, en las que les recomendaban buscar fórmulas alternativas de negocio, como las que ofrecen las aseguradoras. Ni quieren hacerlo desde San Juan de Dios, porque ya no son un centro médico-quirúrgico, ni pueden, porque no tienen capacidad para competir con empresas privadas.
Antes de las elecciones
“Queremos ser complementarios con la administración pública, y si no nos necesitan, no queremos competir”
El acuerdo alcanzado compromete a la Junta a sacar a concurso el nuevo concierto, como muy tarde, a finales de febrero. La intención es resolver el procedimiento en el menor tiempo posible, pero las tramitaciones administrativas llevan su tiempo. De todos modos, el servicio podría estar adjudicado para el mes de abril o mayo. Mientras, el Gobierno Regional mantiene las condiciones económicas pactadas por San Juan de Dios, y el centro sigue tirando de los préstamos solicitados y del fondo de solidaridad del que dispone la orden.
Las cuentas son claras: San Juan de Dios solicitó un crédito para pagar los 30 millones invertidos en las reformas de Burgos y León, pero ha ido acumulando un déficit (por el desfase entre lo que la Junta le paga por paciente y el coste de la atención) de 15 millones de euros, de los que 11 millones corresponden sólo al centro de Burgos. “Así no podíamos seguir”, insiste el representante de la orden, pero con el nuevo concierto sí que garantizarán la viabilidad del hospital y, por extensión, los 140 puestos de trabajo. Eso sí, siempre y cuando el concierto cumpla con lo pactado con Herrera, en financiación y actividad.