UPyD condena “enérgicamente” los “hechos violentos” de Gamonal
La formación magenta lamenta el empeño del equipo de Gobierno por desarrollar “proyectos faraónicos”, pero censura la “violencia” de los últimos días
Aseguran que “la violencia en la calle” no puede sustituir a “un Gobierno legítimamente constituido” y que son “los ciudadanos los que deciden en las urnas”
UPyD ha querido condenar “enérgicamente” los “hechos violentos” acontecidos en las dos últimas jornadas en Gamonal a raíz de las protestas contra la remodelación de la Plaza de Toros. A juicio de la formación magenta, que en todo momento se ha mostrado contraria a la ejecución del proyecto al considerarlo fuera de lugar dada la coyuntura económica actual, “la violencia en la calle no puede sustituir a “un Gobierno legítimamente constituido”. “Son los ciudadanos los que deciden a través de las urnas quien gobierna”, subraya el partido en un comunicado.
En este sentido, UPyD recuerda que desde el primer momento se ha opuesto al proyecto de reforma del coso, e incluso ha participado en alguna de las movilizaciones convocadas por la Asamblea Contra la Especulación para protestar por las obras, como ya sucediera en el conflicto del Bulevar de Gamonal. Dos proyectos que, según la formación, responden al “objetivo partidista de conseguir votos haciendo infraestructuras faraónicas”.
Asimismo, UPyD también lamenta que el equipo de Gobierno municipal “no haya escuchado la voz de los ciudadanos en sus manifestaciones”, así como la opinión de los diferentes partidos de la oposición, que han rechazado el proyecto de la Plaza de Toros frontalmente.
Sin embargo, y a pesar de censurar la actitud del equipo de Gobierno en este aspecto, la formación magenta considera que los hechos ocurridos en las dos últimas jornadas “merecen la repulsa más enérgica”. “En un estado democrático caben la manifestación, la oposición, la protesta, la diferencia de criterios, pero nunca la violencia para defender lo que un colectivo reclama”, añaden desde UPyD. Una “violencia”, que, a su juicio, “ha dañado la imagen de la ciudad” en el exterior, creando un freno para la llegada de inversiones.
