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Viñedos y bodega de Pago de los Capellanes, en Pedrosa de Duero. Pago de los Capellanes

El respeto a la tierra y a la tradición de Pago de los Capellanes

La historia de una familia que ha creado en Pedrosa de Duero un lugar donde expresar su amor por los vinos artesanales

El Norte

Valladolid

Viernes, 1 de mayo 2020

Todo comenzó en el pequeño puebo burgalés de Pedrosa de Duero, una de esas localidades bendecidas por las aguas de este río del norte de España que tanta tradición vitivinícola recoge en sus orillas. En este pueblo burgalés de la Ribera Doroteo Rodero disponía de un pequeño viñedo de la variedad autóctona tempranillo que cuidaba junto con su hijo Paco. El viñedo familiar había pertenecido a los capellanes del pueblo en el S. XIV, como recompensa a cambio de misas y de oraciones y supuso el origen de esta aventura. El matrimonio formado por Paco Rodero y Conchita Villa recuperó este y otros viñedos de la zona, para proveer de uva a las primeras bodegas de la Ribera del Duero.

Pago de los Capellanes

Años más tarde y tras una larga trayectoria en la viticultura, decidieron crear la bodega Pago de los Capellanes para elaborar el fruto de las viñas por primera vez en 1996. Desde entonces persiguieron como objetivo expresar su trabajo sobre el paisaje a través de vinos artesanales, complejos y de larga vida por delante, pensados para disfrutar..

«Viñedo, familia, tradición y sueños, los protagonistas de esta historia que deseamos compartir», aseguran desde esta bodega burgalesa.

«Nos basamos en el respeto a la tierra y en la tradición cuidando nuestras tierras a través de micro parcelación según la composición de los suelos y sus características, y fruto de este estudio, practicamos una viticultura de precisión para responder a la diversidad de los suelos, climas y condiciones», explican desde Pago de los Capellanes.

Paco Rodero y Conchita Villa en uno de los viñedos. Pago de los Capellanes

La voluntad de superación y pasión por lo auténtico de la familia Rodero Villa han sido el motor de una nueva andadura. Tras años labrándose una reputada trayectoria con la alta calidad como constante, a la familia le rondaba en la mente la creación de un vino blanco que fuera fiel a su filosofía; la búsqueda de lo único y especial, vinos complejos e intensos con larga trayectoria.

Para ello, han apostado por la Denominación de Origen Valdeorras en Galicia, creando la bodega O Luar do Sil en el pueblo de Seadur, en Ourense, en la que elaboran en la actualidad vinos blancos con la variedad autóctona Godello, que es el tesoro de esta tradicional zona.

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