Secciones
Servicios
Destacamos
Eche un vistazo a su alrededor y fíjese en el calzado que lleva la gente. Empiezo yo. De las diez personas que me rodean ahora mismo en el trabajo, una lleva botas, dos van con zapatos de cordones y el resto llevamos zapatillas; unas más ' ... arregladas' que otras, pero zapatillas al fin y al cabo. El 'boom' del calzado deportivo en ámbitos más formales como el laboral o incluso en eventos de cierto nivel ha venido para quedarse. A nadie le llama ya la atención que la persona que le atiende en el banco lleve 'sneakers' con un traje chaqueta o que el asesor que le hace la declaración de la renta acuda cada día a su oficina en deportivas. De hecho, son cada vez más los novios que se casan en playeras, una opción impensable no hace tanto tiempo.
Pero ¿por qué hemos caído rendidos a la moda de las zapatillas? ¿Comodidad? ¿Estética? «Pues un poco de todo», coinciden los expertos en tendencias. «El cambio hacia un estilo más informal y cómodo en nuestra manera de vestir se inició hace más de 10 años, pero no cabe duda de que la pandemia lo ha acelerado y el auge del calzado deportivo es un buen ejemplo de esta metamorfosis estética», argumentan en la agencia internacional WGSN, que lleva más de una década analizando las tendencias para marcas como Inditex, Mango, Nike, Valentino o Loewe, firmas que también han sucumbido a esta moda con colecciones propias de 'sneakers'.
Explica Eduardo Sánchez, director del Instituto Europeo de Diseño (IED) de Madrid, que «las nuevas generaciones (millenial y, especialmente, la Z) han tomado las zapatillas como el nuevo objeto de deseo y símbolo de estatus. La comodidad ha llegado a nuestro día a día y las marcas han sabido conjugarla con la estética para darnos un objeto de consumo como las zapatillas. Además, la ropa y el calzado de deporte se han desvinculado del contexto puramente deportivo, de manera que podemos vestir de sport en cualquier situación», explica.
«La comodidad se ha convertido en una tendencia en sí misma y las zapatillas son su máximo exponente. Todas las firmas, desde las de bajo coste hasta las más exclusivas, se han subido al carro de esta moda, que, lejos de ir desapareciendo, se afianza cada nueva temporada no solo en el ámbito puramente deportivo, sino también de calle, con modelos que ya son considerados verdaderos iconos», añade Ana Jiménez Zarco, experta en tendencias de consumo y profesora de Estudios de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Los datos del sector son abrumadores. Las ventas de calzado deportivo no dejan de crecer en todo el mundo y las previsiones a medio plazo son todavía más optimistas. La facturación del año pasado superó los 96.500 millones de euros y se espera que en 2030 se superen los 145.000, espoleados «por el aumento de actividades deportivas y la aparición de nuevos modelos», según recoge el informe Athletic Footwear Market, en el que también se alerta sobre el aumento del precio de las materias primas y las falsificaciones.
Este salto de las canchas a la calle de las 'sneakers' también ha propiciado impensables alianzas comerciales entre las marcas deportivas más punteras (Nike, Adidas, Reebok, Converse...) y las firmas de lujo (Louis Vuitton, Gucci, Prada, Moncler...) «Unas aportan la tecnología y las otras el caché. Es una combinación ganadora. Las zapatillas ya son consideradas un complemento de moda equiparable a un bolso, con clientes dispuestos a pagar mucho dinero por determinados modelos», señala Ana Jiménez. A juicio de Eduardo Sánchez, «el sector moda se ha diversificado. Las zapatillas han entrado en las marcas exclusivas, aunque el producto de lujo clásico sigue siendo estandarte en muchos sentidos. Lo que está claro es que ambas tendencias convivirán, con previsión de crecimiento en ambos casos».
¿Cuánto pagaría por unas zapatillas exclusivas? Concretamente, por una edición limitada de las Nike Air Force 1 de Louis Vuitton, firmada por el emblemático diseñador Virgil Abloh, fallecido el pasado mes de noviembre. ¿200, 500, 1.000 euros, quizás 2.000? La casa Sotheby's recaudó el pasado mes de febrero nada menos que 23 millones de euros en la subasta solidaria de doscientos pares de este modelo –ocho veces más de lo esperado–, que se destinarán al Fondo de Becas Post-Modern, una iniciativa creada por el propio Abloh para apoyar la educación de estudiantes negros, afroamericanos o de ascendencia africana. La puja por cada par –disponibles desde la talla 35 a la 47– alcanzó una media de 90.000 euros, muy lejos de los 12.000 que calculaba la organización en el mejor de los escenarios. La venta del par más caro se cerró en algo más de 320.000 euros. Los nuevos propietarios recibirán las zapatillas en un estuche especialmente diseñado para esta edición limitada.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.