¿Puedo dejarle la herencia al gato?

Aun así, lo de dejarle un pellizco de la economía personal a los animales de compañía no es una excentricidad moderna. Uno de los testamentos más antiguos donde se les tiene en cuenta es el del cardenal Richelieu, uno de los hombres más poderosos de Francia en la primera mitad del siglo XVII. Él era dueño de catorce gatos y, antes de morir, se aseguró de legarles una vida acomodada, incluyendo casa, alimentos, dos cuidadores y una importante suma de dinero.

Lo cierto es que en el mundo cada vez es más frecuente acordarse de los amigos de cuatro patas al realizar el testamento. «Son muchas las personas que quieren dejar su herencia a sus animales, especialmente en aquellos casos en los que no hay herederos directos y en los que su dueño está preocupado por la situación del animal tras su fallecimiento», señalan desde la compañía de seguros y servicios jurídicos Legálitas. De hecho, todos los estados de Estados Unidos, a excepción de Minnesota, tienen leyes que detallan los fideicomisos para mascotas y su cumplimiento. En Europa, países como Gran Bretaña, Alemania o Francia también, pero en España esto no es legal, al menos por ahora. ¿Por qué?

En nuestro país, los animales de compañía son considerados en el Código Civil como «bienes muebles», es decir, tienen la misma categoría que un coche, una casa o un ordenador, por lo que no pueden recibir una herencia como una persona física o jurídica. Es una definición que tiene los días contados, pues el Congreso ha apoyado por unanimidad su modificación para que pasen a valorarse como «seres dotados de sensibilidad» en lugar de cosas, aunque lo más probable es que se cree una nueva categoría específica para ellos y sigan sin poder heredar nuestros bienes.

Lo que sí es posible e importante para velar por el bienestar del animal a nuestra muerte es incluirlo en nuestro testamento. «De esta forma es posible nombrar a un heredero para que lo cuide cuando nosotros ya no estemos. Es decir, no se puede dejar la herencia a un perro o cualquier otra mascota, ni haciendo testamento, pero sí se puede incluir a esa mascota en el testamento para que una determinada persona sea quien lo cuide cuando el testador falte», explica el equipo experto en herencias de la compañía online de servicios legales reclamador.com. «Igualmente, en este documento legal se puede determinar la obligación de que el heredero designado para hacerse cargo del animal lo cuide hasta que la criatura fallezca», agregan.

Un consejo antes de designar quién será el futuro cuidador es asegurarnos que esa persona quiere y puede tenerlo a su cargo. A veces queremos que vele por el bienestar de nuestra mascota alguien que no tiene espacio en casa, no dispone de tiempo para sus cuidados o convive con algún alérgico. Lo mejor es preguntar a dicha persona antes si le supone algún problema atender al animal para que no haya conflictos futuros. Si no hay ningún amigo o familiar que pueda hacerse cargo, también se puede designar a una protectora o asociación concreta que lo acoja.

Otra alternativa es crear una fundación que tenga como objetivo cuidar a la mascota, dado que en el Estado español las fundaciones sí pueden heredar bienes. De esta manera, el testador se asegura de que su dinero se utilizará para atender al animal.

En el caso de no dejar testamento, o de que este no haga alusión a la mascota, serán los herederos quienes decidan cuál será su futuro.