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A hacer la maleta también se aprende

No hace falta que te lleves la mitad del armario porque no te lo vas a poner. Tira de básicos y pla-ni-fi-ca

Sábado, 27 de junio 2020

Seguro que si hacemos una encuesta sobre lo que más pereza nos da a la hora de preparar un viaje, la respuesta más repetida sea la de hacer la maleta. Sí, esa tarea tan sencilla en apariencia que casi siempre dejamos para última hora por falta de tiempo, pero sobre todo por falta de ganas. Ahora que se acerca la época de vacaciones es un buen momento para aprender a hacer el equipaje siguiendo unas recomendaciones muy sencillas, que nos ahorrarán unos cuantos quebraderos de cabeza tanto antes como durante, pero también a la vuelta del viaje. «Todos hemos cometido alguna vez el error de llevarnos medio armario de vacaciones y tener que recorrer aeropuertos o estaciones de tren cargados con maletones llenos de ropa que nunca nos llegamos a poner», admite la organizadora de espacios Ixone Iriarte.

La clave está en la planificación previa. En este sentido, los expertos recomiendan viajar siempre que se pueda con una maleta de cabina por persona en lugar de meter todos los enseres de la familia o la pareja en un único equipaje más grande. «Primero, porque en el caso de los aeropuertos te evitas todo el trasiego que supone la facturación y, segundo, porque es más fácil de organizar en el lugar de destino», coinciden. Lo primero que se debe hacer antes de empezar a meter cosas en la maleta es elaborar una lista con todo lo que necesitamos llevar, pero sobre todo «con las cosas que no se nos pueden olvidar». Desde la documentación –es importante comprobar con antelación las fechas de caducidad–, a la tarjeta sanitaria, medicación en caso de necesitarla, gafas, lentillas, cargadores... «Esa lista la podemos guardar y así ya la tenemos hecha para futuros viajes», recomienda la propietaria de Happy Space.

El siguiente paso es organizar la ropa, el calzado y el neceser para lo cual se debe de tener en cuenta la duración del viaje, la meteorología en el lugar de destino y las actividades que tenemos pensado hacer. Pongamos como ejemplo una escapada de verano de unos cinco o seis días. «Lo más práctico es tirar de ropa básica que combine entre ella para no complicarnos a la hora de montar los looks. Y siempre meter dos partes de arriba por una parte de abajo (no más de tres). En el caso de las chicas, los vestidos y monos son un muy buen aliado porque con una sola prenda lo tenemos hecho», explica la experta. La única excepción a esta regla son los niños. Es recomendable meter en su maleta alguna prenda de repuesto para los 'por si acaso'.

Repartir en varios neceseres

Con el calzado ocurre tres cuartos de lo mismo. Debemos elegir los más versátiles y llevar puestos durante el viaje los que más ocupen, igual que con la ropa. Con un par de repuesto en la maleta y unas chanclas lo deberíamos tener cubierto. En cuanto a los accesorios también es interesante elegir piezas muy combinables y que puedan tener varios usos como, por ejemplo, un pañuelo que se pueda utilizar para el pelo, de pareo o para taparnos cuando aprieta el aire acondicionado.

Y en cuanto al neceser, Ixone Iriarte es partidaria de llevar varios pequeños en lugar de uno grande. «Es más fácil para repartirlos en los huecos de la maleta y además nos permite tener las cosas más organizadas en el lugar de destino. Yo suelo llevar uno con el maquillaje y otro con los productos de aseo. Si viajo en avión, los líquidos los llevo en uno transparente que meto en el bolso o la mochila para no tener que deshacer el equipaje», señala. También recomienda llevar una toalla de microfibra –que ocupa menos y es más ligera– y varias bolsas de tela. «Soy muy fan», confiesa. Una grande para ir metiendo la ropa sucia y dos o tres más pequeñas para guardar los cargadores, la ropa interior o la bisutería, por ejemplo.

Y vamos con la maleta. Los expertos en organización de espacios suelen preferir los equipajes con la cremallera en la mitad y compartimentos a ambos lados porque «facilita mucho la tarea de hacer y deshacer la maleta». «Lo ideal es colocar las cosas que pesan, tipo zapatos, en el lado de las ruedas para evitar que aplasten la ropa y la arruguen. En el fondo se colocan los pantalones, vestidos y faldas en alargado y encima las camisetas y jerséis doblados en vertical para aprovechar el espacio al máximo», enumera Iriarte. Y a partir de ahí vamos rellenando huecos. Los calcetines se pueden guardar dentro de los zapatos y los cinturones y fulares en el perímetro de la maleta. «Cuidado con no llenarla al límite de su capacidad porque si hacemos alguna compra en el lugar de destino ya no nos entra», alerta. Buen viaje.

Cómo organizar la ropa de los niños para el camapamento

Ahora que empiezan los campamentos de verano es importante que los niños lleven la maleta bien organizada no solo para ahorrarles preocupaciones sino para evitar que pierdan prendas. Ixone Iriarte recomienda organizar la ropa por conjuntos completos y meterlos en una bolsa de tela, una por cada día de la semana que pasen fuera. «Por ejemplo, en la del lunes se puede poner una camiseta, un pantalón corto, una muda y calcetines. Y cuando se cambien dejan la ropa sucia en la misma bolsa en la que la han cogido y listo», explica la experta en organización de espacios. Se puede completar la maleta con tres sudaderas, un par de pijamas, un chubasquero –depende del lugar donde sea el campamento–, la ropa de baño, calzado de repuesto y el neceser con sus cosas personales.

Y si no quieres cargar con bultos... envíalos por mensajero

Y si cargar con la maleta nos parece un incordio, la solución es muy sencilla. Enviarla por correo. Sí, por correo. Son muchas las empresas de mensajería que ya ofrecen este servicio a sus clientes, cada vez más demandado. Desde que una amiga se lo descubrió, Julia y su marido Tomás ya no cargan con maletas. El matrimonio vive en Madrid, pero pasa largas temporadas en una casita que se compraron en la localidad gaditana de Chiclana nada más jubilarse. «Es muy cómodo. Antes veníamos cargados como mulas en el autobús. Ahora por 36 euros un mensajero nos recoge las dos maletas en nuestra casa y al día siguiente ya las tenemos en Cádiz. De puerta a puerta», explican. María Caballero y su familia también las mandan por mensajero. «Hace un par de años que ya no facturamos. Cada vez que nos vamos de vacaciones, enviamos el equipaje por correo. Nos sale más barato y encima no tenemos que ir cargados. Cuando viajas con dos niños pequeños se nota mucho», confiesa esta bilbaína, madre de mellizos de cuatro años.

En cuanto a los precios, las tarifas varían en función del tamaño de los bultos y la rapidez del envío, que suele ser de uno a tres días. Enviar una maleta de 23 kilos (75x50x31) a cualquier parte de la península cuesta una media de 18 euros.

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