Secciones
Servicios
Destacamos
Solange Vázquez
Jueves, 19 de octubre 2023, 18:12
Seguramente, en los últimos tiempos habrá oído algo acerca de una extraña 'teoría' sobre las veces que pensamos al día en el Imperio romano porque esas serían las ocasiones que pensamos en el sexo (al menos, de forma subliminal y no consciente). Y no ha ... habido cuadrilla de amigos en la que no se haya lanzado esa pregunta en tono pillín: '¿Cuándo fue la última vez que pensaste en el Imperio romano?'. El caso es que en las últimas semanas la pregunta de marras se ha hecho viral. ¿De dónde ha salido esa extraña vinculación entre nuestras reflexiones sobre este interesante periodo de la Antigüedad y el supuesto interés por el sexo que parece revelar?
Oskar Aguado-Cantabrana, investigador posdoctoral del departamento de Estudios Clásicos de la UPV/EHU y actualmente inmerso en un proyecto dedicado a analizar la recepción de la Antigüedad en el mundo contemporáneo asegura que nunca ha visto «una polémica tan viral sobre un momento histórico». Cuenta que todo empezó cuando hace un año la 'influencer' sueca Saskia Cort planteaba en Instagram la pregunta: '¿qué comen y en qué piensan los hombres heterosexuales?'. Una de sus seguidoras dio una respuesta ciertamente inesperada al desvelar que su novio decía que, en caso de pensar algo, pensaba en el Imperio romano. Hizo gracia y tuvo un tirón en las redes que al finalizar este verano ha tenido su momento álgido, después de que la preguntita llegase a TikTok y surgiesen montones de vídeos de mujeres preguntando a allegados varones por la cuestión. Las sorprendentes respuestas que daban acabaron por convertir la etiqueta #RomanEmpire en la tendencia del momento.
Parte de la prensa –'The Washington Post', 'Time'– se hizo eco de esta pregunta con trampa, surgieron montones de memes, reels y viñetas y hasta el magnate y dueño de X, Elon Musk, admitió pensar cada día en el Imperio romano. «El fenómeno se ha generalizado de tal manera que 'este es mi Imperio romano' se ha convertido en una expresión común y reconocible para señalar algo en lo que se piensa de forma constante», indica Aguado-Cantabrana.
Pero, ¿tiene algún sentido la vinculación del Imperio romano con el sexo en el cerebro masculino? El investigador nos ofrece pistas. «El peso simbólico del Imperio romano siempre ha sido enorme en nuestra sociedad desde la Edad Media hasta nuestros días, sobre todo el periodo concerniente al imperio (no a la monarquía ni a la república), aunque ha llegado a nosotros muy estereotipado y de forma muy reduccionista», apunta el investigador, quien lamenta que la idea que tengamos de Roma sea la de «gladiadores y legionarios y poco más...».
Y en ese «poco más» reside, quizá, la relación con el sexo. «Debido a la imagen que tenemos de Roma, fomentada por series como 'Espartaco', por ejemplo, y por novelas históricas, tenemos la idea de que fue un periodo de absoluta libertad sexual», argumenta el experto.
Así que si mezclamos las ansias conquistadoras de la época –«todo lo que suponga invasión encanta a las clases populares, también pasa con la segunda Guerra Mundial o con las guerras napoleónicas», apunta el investigador–, con la idea que ha calado en nuestro subconsciente de que el Imperio romano era un desmadre sexual con orgías aquí y allá –«no eran ni más ni menos sexuales que en otras épocas», aclara– y con la testosterona y ese espíritu guerrero... pues ya tenemos la base de la asociación Imperio romano-sexo.
No obstante, Aguado-Cantabrana subraya que este fenómeno tan viral es bastante simplista (otro motivo para su éxito), un producto de la «machoesfera» que busca seguridad en un mundo cambiante y con avances en cuestiones de género: «Banaliza lo que piensan los hombres en contraposición a lo que piensan las mujeres...». Para él, el hecho de que el mundo romano haya pasado a la historia como un universo «hipermasculinizado» es del todo injusto: «Aunque era un sistema patriarcal, las mujeres tenían una gran importancia». Pero esto no es lo que ha trascendido. «Y tampoco otros aspectos de aquella realidad, como la vida de las clases bajas, por ejemplo».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.