¡Ver para leer! El nuevo método que ayuda a comprender mejor los textos

Roser Ballesteros, creadora de esta innovadora metodología, explica que con ella se pretende tender un puente entre el mundo en el que crecen las nuevas generaciones, repleta de información audiovisual, con los materiales con los que se trabaja de forma tradicional en el aula. «Es una propuesta multimodal donde el aprendizaje no llega solo por el lenguaje escrito, sino que se apoya en la imagen para dar contexto a la lectura y así conectar lo oral y lo visual con el texto», detalla.

El método se estructura a través de una plataforma digital que comparten profesores y alumnos. En ella, el profesor tiene libertad para elegir ejercicios y tareas en función de la evolución del grupo. «Es lo contrario al temario porque es personalizable. De esta forma, es inclusiva para todos los niños y todos los ritmos de aprendizaje», explica la creadora de PictoEscritura. A lo largo de todo el curso, los niños realizan ejercicios planteados como juegos en el ordenador o la tablet y, a través de los resultados, el programa evalúa el nivel de desempeño de cada alumno en cada una de las habilidades lingüísticas clave: vocabulario, ortografía, morfología, puntuación, sintaxis, compresión lectora… «Así es como el profesor puede personalizar el ritmo de formación de cada alumno», puntualiza Ballesteros.

Los niños empiezan el programa apoyándose en una pequeña novela ilustrada sobre la que trabajan. Alrededor de ella se realizan otras actividades comunicativas tales como el teatro, la expresión oral, la puesta en común... De esta forma se le da un contexto más completo a las palabras y el aprendizaje de cuál es la función de cada una de ellas en un el conjunto del texto, de la historia, se convierte en algo más natural. Es distinto al modelo de aprender el lenguaje desde su abstracción, como se haría si hay que comprender la función de verbos, nexos, sustantivos, etc. sin más acción en paralelo al texto escrito.

Pero el punto fuerte del sistema es la elaboración por parte de los alumnos de su propio libro ilustrado. Ellos eligen la historia, cómo la estructuran, la ilustran y la presentan de principio a fin. Para la CEO de PictoEscritura si se conecta lectura y escritura, mejora la compresión lectora antes del paso clave a Secundaria. «Es muy importante que ellos escriban sobre lo que leen: es imposible mejorar la comprensión si no mejora la producción, si no se embarcan en crear texto más largos y más ricos. Cuando se escribe se lee, se revisa… es un proceso de ida y vuelto donde se puede ver donde puedo ver qué funciona y qué no. Y así se asimila el lenguaje», sostiene Roser Ballesteros.

Al final, del libro que cada niño crea se imprime un ejemplar que se queda él y se sube otro digital a una biblioteca virtual. Esta forma de dar valor al esfuerzo creativo les resulta de lo más motivador. Además, en este proceso de aprendizaje de la lectura diferente, están obligados a crear, a compartir ideas, a trabajar en equipo, a hablar en público, ser competente comunicando mis ideas... A imaginar. «El mundo donde se van a tener que mover exige tener esas habilidades y deben estar en el curriculo desde Primaria para tener un proceso escolar feliz y exitoso», concluye Ballesteros.