Aprenda a tender (y destender) la ropa y planchará menos

Antes de empezar con la colada, «debemos tener en cuenta la elección de los tejidos a la hora de comprar la ropa. Cuanta más fibra natural tenga una prenda, más tenderá a arrugarse. De manera que si lo que nos interesa es planchar menos, tenemos que elegir ropa con un mayor porcentaje de fibra sintética. El lino, el algodón y la seda son los tejidos que más se arrugan», precisa la propietaria de la empresa de organización de espacios Happy Space.

El lavado de la prenda también es fundamental para planchar menos. Las especialistas en limpieza recomienda usar ciclos lo más cortos posibles en función del tejido y centrifugados a bajas revoluciones. «Es preferible que la ropa salga algo más húmeda a que dejemos que se seque totalmente dentro de la lavadora, porque se arruga mucho más».

A veces nos da pereza, pero es importante colgar la ropa según termine de lavarse. «Cuanto más tiempo pase dentro de la lavadora, más se arrugará y además cogerá un olor a humedad muy desagradable», señala Iriarte. Otro truco que nos hará planchar menos es sacudir y estirar la ropa según la vayamos sacando de la lavadora.

Pues bien, una vez vaciada la lavadora vamos a empezar a tender. En primer lugar es fundamental elegir bien las pinzas. No vale cualquiera. Las de madera de toda la vida son las que menos marcan la ropa. Pantalones y faldas se pueden colgar por la cintura para que queden bien estiradas y no queden marcas de la cuerda en mitad de la prenda. «Las prendas se deben colgar de manera independiente, una a una y no unas encimas de otras para aprovechar pinzas», señala Ixone Iriarte.

Otro truco para que las partes de arriba (camisas, camisetas, vestidos...) se arruguen menos es colgarlas en perchas. «Las más adecuadas son las de plástico, pero que tengan cierto empaque para que aguanten bien y no deformen los hombros. Si la prenda tiene botones o cremallera es mejor tenderla abrochada». En el caso de la ropa de punto, lo mejor es tenderla en horizontal sobre una toalla para que absorba la humedad y evite que ceda y se deforme.

Casi tan importante como tender bien la colada es destenderla. «Tenemos que hacerlo en el momento justo, ni cuando todavía está húmeda ni seca de más. También es importante doblarla con cuidado y no amontonarla en la cesta sin ton ni son porque se marcan más las arrugas».