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J. Castillo
Martes, 11 de junio 2024, 00:08
Parecía que los patinetes eléctricos iban a constituir otra moda dentro del sector tecnológico, pero lo cierto es que cada vez circulan más por las calles españolas. Concretamente 5 millones, según datos de la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (FEVEMP). En efecto, los patinetes eléctricos se convirtieron en uno de los regalos estrella durante la pasada campaña navideña, pero es que sus ventas también se disparan con la llegada del verano: son cómodos de transportar hasta el destino vacacional y una vez allí permiten desplazarnos con facilidad, evitando que las largas caminatas nos dejen más cansados de lo que llegamos.
Claro que estos utilitarios también han ganado mala fama, siendo constantes los titulares sobre usuarios que los dejan tirados en cualquier parte. Incluso se han registrado accidentes con desenlaces fatales tanto para los conductores como para los peatones: algunos de los primeros obvian las reglas de circulación que aplican al resto de vehículos, incluida la de no circular por las aceras.
Evitar incidentes como éstos pasa también por un correcto mantenimiento del patinete, proceso con el que no todos los usuarios están familiarizados. A este respecto hemos hablado con Sieghart Michielsen, Director de Internacional de la firma NIU Technologies (líder global en vehículos eléctricos de dos ruedas), quien ofrece estos consejos básicos:
1.
«La batería es el alma de un patinete eléctrico: asegurarse de que está en condiciones óptimas permite tanto evitar averías como alargar su vida útil», explica Michielsen. Para ello recomienda comprobar si presenta daños superficiales (signos de hinchazón, fugas o corrosión) y asegurarnos de que la cargamos correctamente: «Lo mejor es utilizar el adaptador de corriente proporcionado por el fabricante, lo que evitará su sobrecarga».
También debemos tener en cuenta el impacto de las altas temperaturas sobre dicho componente: «Para preservar el rendimiento se recomienda mantener el patinete eléctrico en un lugar fresco y a la sombra», explica el directivo, quien invita a revisar periódicamente el nivel de carga y estado de la batería mediante la aplicación móvil que acompaña a muchos modelos.
2.
Los neumáticos son otra parte fundamental de cualquier patinete eléctrico, ya que en mal estado pueden ponernos en riesgo. En este sentido, Michielsen pide «verificar que las ruedas no tienen grietas ni objetos incrustados y que están infladas al nivel recomendado».
Para esto último debemos utilizar un manómetro, tomando las medidas oportunas según el resultado: los neumáticos poco inflados disminuyen el rendimiento del patinete y un exceso de aire los hace más propensos a reventones. En caso de un desgaste excesivo, la única solución posible es «reemplazar las ruedas cuanto antes para evitar fallos inesperados».
3.
Unos frenos en buen estado aseguran que tendremos el control del patinete en todo momento, reaccionando a tiempo frente a cualquier imprevisto. El responsable de NIU Technologies recomienda aquí inspeccionar las pastillas de freno: «Hay que fijarse si se encuentran desgastadas y reemplazarlas en caso de que estén demasiado delgadas o dañadas por el uso».
Tampoco podemos olvidarnos de los cables de freno, siendo clave «asegurar que no están deshilachados ni desgastados y que tienen la tensión adecuada. [...] En caso de que sea necesario, conviene lubricarlos para aumentar su vida útil».
Por último y obedeciendo al sentido común, debemos comprobar periódicamente que los frenos funcionan como deben: al menor cambio en la potencia de frenado, mejor pasar por el servicio técnico.
4.
Además de una cuestión estética, una limpieza adecuada previene daños: «Podemos limpiar el patinete con un paño suave y un poco de jabón, incidiendo en aquellas zonas de difícil acceso en las que tiende a acumularse la suciedad», recomienda Michielsen.
También estaremos atentos a la entrada de agua en los componentes eléctricos (si circulamos por vías encharcadas, por ejemplo) y lubricaremos todas las piezas móviles: «Aplicar lubricante a los soportes y las bisagras ayuda a reducir la fricción y el desgaste».
5.
Como bien saben quienes utilizan el patinete para volver a casa por la noche, la visibilidad es capital en materia de seguridad. Por esto mismo comprobaremos cada cierto tiempo los faros delanteros y traseros (su intensidad y encendido, sustituyendo las bombillas que no respondan adecuadamente); limpiaremos los reflectores y actualizaremos el sistema de luces si fuese necesario: «Siempre podemos sustituir las actuales por otras LED, más brillantes, para mejorar la visibilidad», sentencia el experto.
6.
Unos tornillos y tuercas mal ajustados comprometen la estructura integral del patinete, por lo que suponen el último punto a comprobar según la fuente consultada: «Con una llave inglesa o un destornillador es suficiente para realizar esta labor de mantenimiento y asegurar que no hay ningún elemento suelto. [...] Cualquier elemento de fijación que esté corroído o dañado debe ser sustituido inmediatamente».
Lo anterior no nos exime de revisar los tornillos, como costumbre, «después de viajes largos o haber transitado por terrenos irregulares».
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