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J. C.
Viernes, 6 de octubre 2023, 00:09
Las tarjetas SIM del móvil llevan con nosotros desde 1991, aunque su tamaño ha ido reduciéndose con el paso de los años. El formato original se asemejaba a una tarjeta de crédito, tras el cual llegaron la Mini-SIM, la Micro-SIM y la vigente ... Nano-SIM, donde el chip se muestra prácticamente 'desnudo'.
Estas tarjetas, indispensables para realizar llamadas o navegar por Internet desde nuestro smartphone, siempre han sido sinónimo de engorro. Desde el momento en que estrenamos dispositivo: toca averigüar qué tipo de tarjeta utiliza y, hasta hace no mucho, solicitar el tamaño exacto a la operadora (o echarle fe y recurrir a unas tijeras para adaptar la SIM a la bandeja del teléfono). Esto último se solventó con las tarjetas troqueladas, pero no así los contratiempos inherentes a un cambio de operador.
Las portabilidades implican estar pendientes del buzón para insertar la nueva SIM en el gadget de marras; cruzando los dedos para que llegue en la fecha prevista y no quedarnos incomunicados. Por suerte, ya se encuentra entre nosotros la siguiente generación de la tecnología: la 'eSIM'.
La eSIM (o 'Embedded SIM', de 6 x 5 milímetros) es una tarjeta soldada a la placa de los móviles, por lo que no puede retirarse. Se acabó aquello de buscar un alfiler por casa para abrir la ranura SIM de nuestro teléfono. Por añadidura, la eSIM resulta mucho más resistente que sus predecesoras, cuyos contactos tienden a dañarse si las manipulamos más de la cuenta.
La concepción de una SIM integrada obedece al empeño de los fabricantes por comercializar smartphones cada vez más delgados, ligeros y estancos. Representa además una clara oportunidad medioambiental: cada año se fabrican (y desechan) unos 5.000 millones de tarjetas SIM en todo el mundo, lo que supone una utilización masiva de plásticos, metales y minerales raros. Esto dificulta el reciclaje, que implica procesos químicos y mecánicos tan costosos como contaminantes per se.
¿La solución? No tener que cambiar de SIM al hacerlo de compañía. En lo sucesivo tan sólo tendremos que comunicar la numeración de nuestra eSIM a la nueva operadora, esto es, los 18 a 21 dígitos que componen el ICCID o 'Integrated Circuit Card ID', para que ésta transfiera la información pertinente y comencemos a llamar bajo su red.
¿Y qué ocurre si perdemos el móvil? Hasta ahora tocaba pedir un duplicado físico de la SIM, pero con la eSIM bastará solicitar que sus datos (previamente volcados en la nube) se transfieran a la eSIM de nuestro teléfono de reemplazo. Es más, la eSIM es compatible con lo que se conoce como 'MultiSIM': podemos asociar un mismo número a varios dispositivos simultáneos, con todas las ventajas que ello conlleva.
Quienes más partido van a sacar a las eSIM son los viajeros internacionales. No necesitarán una SIM física para navegar por Internet en Estados Unidos o Japón; tan solo contratar una virtual (de antemano y usualmente online) con alguno de los operadores que las ofrezcan.
Las eSIM resultan tanto o más convenientes en los gadgets conectados de reducidas dimensiones, como los smartwatches. La posibilidad de vincularlos a una operadora confiere mayor autonomía a estos relojes, de forma que podamos dejarnos el móvil en casa cuando salimos a practicar ejercicio, por poner un ejemplo.
También se comercializan ya las primeras tabletas electrónicas con eSIM. Con todo, los operadores españoles siguen mostrándose reacios a esta tecnología o la gestionan de forma algo errática. Actualmente la ofrecen (sin coste) dentro de nuestras fronteras: Movistar, O2, Vodafone, Orange, Jazztel, Yoigo y Pepephone.
El proceso de activación resulta bastante sencillo: en el apartado de 'Datos móviles', dentro de los ajustes de nuestro móvil, encontramos la opción 'Añadir eSIM' o 'Añadir plan de datos móviles'. Ahí procederemos a escanear el código QR de la eSIM para habilitarla, previa introducción de su PIN.
Respecto a los modelos de smartphone compatibles en el mercado, lo son todos los iPhone a partir del XR y la mayoría de los gama alta fabricados por Samsung (Galaxy S20, S22, S23, Note 20, Fold, Z Flip y posteriores). Google, Sony, Xiaomi, Motorola, Nokia, Vivo, OnePlus, Honor, Huawei y Oppo son otras marcas con terminales preparados para eSIM, aunque en estos casos conviene prestar atención a las especificaciones de cada terminal.
El futuro de la eSIM se antoja tan brillante como inevitable a fin de cuentas: un reciente estudio dictamina que el 70% de los dispositivos conectados al IoT ('Internet de las Cosas' por sus siglas en inglés) llevarán una SIM virtual incorporada durante el próximo lustro. Incluidos los nuevos coches que circulen por las carreteras, que gozarán de conectividad permanente, proporcionarán puntos de acceso WiFi seguros (encriptados) y almacenarán la información del conductor en la nube.
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