«Los científicos nos tenemos que comprometer con el acercamiento de la ciencia a la sociedad. A esa sociedad que tanto ha invertido en nuestra formación y a la que ahora tenemos que responder con nuevos avances y conocimientos. Creo que le debemos a la ... ciudadanía una explicación en forma divulgativa de lo que hacemos y sabemos». Y de esta reflexión surgió precisamente 'Cangrejo de Troya', un libro con el que el investigador y profesor de la facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Iker Badiola, trata de explicar de una manera «accesible, pero rigurosa» los conceptos básicos de una enfermedad, el cáncer, que afecta a millones de personas en todo el mundo –¿quién no tiene un familiar o conocido que no la haya sufrido?–, pero que a la vez es un gran desconocido. «Si hemos hemos llegado a saber en qué consiste el euribor o qué es un sistema operativo, no está de más que sepamos qué es una metástasis o por qué surge el cáncer», razona el investigador, autor de artículos científicos en revistas de prestigio internacional como 'GUT' o 'Oncology Reports'.
– ¿Por qué surge?
– El cáncer es como una enfermedad asocial. Es decir, nuestro cuerpo está formado por millones de células que conviven en armonía unas con otras bajo unas normas de comportamiento. Lo que ocurre es que, en un momento determinado, una de esas células se rebela y se salta todos los controles necesarios para que el cuerpo funcione, ya sea por un mal funcionamiento interno o por un daño recibido desde el exterior. Digamos que quebranta las reglas del buen comportamiento social y empieza un crecimiento desmesurado, que es lo que se conoce como tumor. ¿Y cuál es el mayor problema? Pues que ese tumor va captando recursos del cuerpo para su propio beneficio y destruye todo lo que está a su alrededor.
–Por eso mata.
–Efectivamente. Pero también es cierto que, hoy en día, ese primer paso no es tan letal porque tenemos tratamientos muy eficaces capaces de frenar ese avance. El mayor problema se produce cuando de esa masa de células algunas se desprenden y son capaces de viajar por el cuerpo y crecer en otro órgano, que es lo que se llama tumor metastásico.
– ¿Qué sucede entonces?
–Es la causa de la mayoría de las muertes por cáncer. De hecho, los oncólogos e investigadores no tememos tanto al tumor primario como a la metástasis y explico por qué. Esas células que se van desprendiendo del primer tumor y viajan por el cuerpo a través de nuestros vasos sanguíneos hasta llegar a otro órgano para reproducirse no son unas células cualquiera. Son las más fuertes, una especie de supercélulas muy resistentes y difíciles de matar con los fármacos que tenemos en la actualidad. Y luego tenemos otro problema, que es que esa célula que se malignifica, que se vuelve mala, se parece mucho a las nuestras, por lo que es muy complejo crear un fármaco que solo ataque a la dañina sin afectar al resto del cuerpo.
«Hay esperanza, claro que sí»
–Asegura que «hablar de la cura del cáncer como si fuese un único tratamiento es desconocer la enfermedad».
–Es que el cáncer son muchas enfermedades. Hay muchos tipos de cáncer, como hay muchos tipos de células. Por eso cada vez se habla más de los tratamientos personalizados. Por ahí va el futuro. De la misma manera que unos somos morenos y otros rubios o unos tenemos los ojos oscuros y otros claros, nuestras células también tienen sus propias características. Un cáncer de mama en María puede que se cure con un tratamiento hormonal, mientras que en el caso de Berta necesite quimio y en el de Lucía únicamente radioterapia. Es decir, no es que, de repente, exista un fármaco que cure el cáncer de mama, sino que se aplican tratamientos específicos para cada enfermo. No obstante, también es cierto que esas células que se malignifican tienen características diferentes en función del órgano donde se reproduzcan.
– Titula el último capítulo de su libro: 'Hay esperanza'.
– Porque la hay, claro que sí. Estamos avanzando mucho en diferentes campos, con una gran colaboración entre disciplinas médicas e incluso no médicas como puede ser la física o las matemáticas que están haciendo aportaciones interesantísimas a la curación del cáncer.
«Todos tenemos boletos para que nos toque esta lotería. No compremos más»
Badiola hace especial hincapié en la importancia de la prevención para frenar el número de casos. «Decía un investigador una frase con la que estoy muy de acuerdo, y es que el cáncer es como una lotería en la cual todos y cada uno de nosotros jugamos unos boletos por el mero hecho de nacer pero, por favor, no compremos más números. Porque evitar tener más posibilidades de padecer esta enfermedad también está en nuestras manos». Erradicar el tabaquismo y la ingesta excesiva de alcohol, consumir alimentos ricos en antioxidantes y practicar ejercicio moderado es la mejor prevención, según todos los expertos. «Tampoco hay que obsesionarse porque entonces no saldríamos de casa. Basta con aplicar el sentido común y prevenir hábitos que todos sabemos que están íntimamente ligados con la aparición del cáncer como tomar el sol sin protección o abusar de los alimentos procesados».
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