Mentiras de peso: los falsos mitos sobre el entrenamiento y el ejercicio

Existen una serie de creencias falsas sobre el entrenamiento y ponerse en forma. Lugares comunes que se transmiten como consejos entre las amistades, a veces charlando en el mismo gimnasio, que se asumen como hechos contrastados cuando en realidad no lo son. Y lo peor es que muchos no son solo de errores: son errores nocivos.

«Los he escuchado más a menudo de lo que me gustaría a lo largo de mi carrera», dice el famoso entrenador personal e influencer de fitness Miguel Lordán. Por ello dedica todo un apartado a desmontarlos en su libro 'Adelgaza sin correr' (editado por Libros Cúpula), en el que presenta un método para perder peso, mediante tres planes de entrenamiento adaptados a diferentes niveles de intensidad, y cuyo eje fundamental es la motivación.

Los mitos en cuestión son una decena, y efectivamente, el repaso que les da Lordán demuestra que todos los hemos oído y, lo que es peor, asumido como verdades cuando se nos han comentado.

La primera de esta serie de creencias falaces es que «a partir de los treinta, es mucho más difícil ponerse en forma». Comenta Lordán que esta idea se «basa en algo que tiene cierto sentido»: con la edad, el metabolismo se desacelera. Es más difícil para una persona de 70 años ponerse en forma que para alguien de 17, pero «eso no quiere decir que sea imposible». De hecho, con ayuda profesional y escogiendo los ejercicios adecuados, no hay mayor problema.

Segunda idea errónea: solo se adelgaza con cardio (es decir corriendo largas distancias, nadando, aerobic...). Con el ejercicio de cardio se quema grasa, «pero no es la única forma de perder peso». Hay que tener en cuenta que «cada cuerpo es único» y a la hora de entrenar, «hay muchas cosas que debemos tener en cuenta» para escoger los ejercicios adecuados.

Otra creencia extendida es que se puede perder la grasa localizada con ejercicios específicos. Ejemplo clásico: abdominales para limar la barriguita feliz. Pues no. «En realidad, lo que podemos hacer es ganar masa muscular en parte determinadas, pero la grasa se pierde con el ejercicio, independientemente de la zona que estés ejercitando.

Siguiente mito: hace falta trabajar con mucho peso para ganar músculo. Esto no solo no es cierto, sino que hasta puede ser peligroso ponerlo en práctica: «Levantar mucho peso puede ser lesivo». De nuevo, es primordial contar con la supervisión adecuada. Además, «es fundamental tener cuidado para evitar el sobreentrenamiento o las lesiones».

Tampoco es cierto que hay que sufrir mucho para lograr los objetivos. A ver, «no voy a mentir», matiza el autor: «Vas a terminar agotado y vas a tener agujetas». De esto nadie se libra. ¿Pero sufrir? «No», si el entrenamiento se hace bien, «vas a disfrutarlo». Las sensaciones con las que se trabaja son importantes, asegura Lordán. Hay que saber distinguir el cansancio del daño. Otro mito muy extendido es que «sudar te hace perder grasa». Pues no. Sudar «no quema grasa, solo perdemos agua, por lo que es importante estar bien hidratados».

Tampoco es cierto que el deporte no es efectivo para las mujeres cuando empieza la menopausia. Muy al contrario, «es importante mantenerse activa». «Mantenerse activa, cuidar la alimentación y hacer actividad física regularmente puede ayudar también a suavizar el impacto de esta nueva etapa», comenta Lordán.

Esta creencia es de las nocivas: entrenar en ayunas te hace adelgazar más rápido. «No solo es falso, sino que se trata de un mito que puede llegar a ser dañino». «Entrenar con hambre no es buena idea». Tampoco lo es calentar estirando. «El objetivo del calentamiento es evitar lesiones. Con el estiramiento logramos enfriar el músculo». Estirar antes nos llevará a tener un peor rendimiento y un mayor riesgo de lesión».

Otra falsa creencia que afecta a las mujeres es que no se debe hacer ejercicio físico durante la menstruación. De hecho, «esto no solo es falso, sino que ocurre lo contrario». El ejercicio físico libera endorfinas «que pueden ayudar a paliar el dolor que muchas mujeres tienen durante la menstruación».

La última trola: es necesario tener una dieta restrictiva. No. Este tipo de regímenes «aumentan la ansiedad» y acaban convirtiendo la comida en una obsesión. Encima, «tienen un conocido efecto rebote».

En definitiva, concluye Miguel Lordán, «modificar hábitos, comer sano y hacer deporte es la alternativa realista para perder peso de forma efectiva y sin jugarte la salud».

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