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Óscar B. de Otálora
Miércoles, 3 de enero 2024, 19:10
La pregunta sobre cuál es la mejor hora del día para hacer deporte es algo así como cuestionarse cuál es el mejor momento del año para dejar de fumar. Cualquier experto recomendará realizar ejercicio como primera medida, en función de las necesidades sociales de cada ... persona e independientemente del reloj. Sin embargo, algunos estudios recientes comienzan a considerar que realizar una actividad por la mañana e incluso en ayunas, puede ser el horario más eficaz a la hora de luchar contra la obesidad y conseguir mejoras físicas más rápido. Y las horas en las que esta actividad mejora el rendimiento ya han sido tasadas: entre las siete y las nueve de la mañana, según estudios preliminares.
Estos datos aparecen en uno de los trabajos más recientes en este terreno, realizado por el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Franklin Pierce y publicado por la revista 'Obesity'. Para realizar este estudio se analizaron los datos de salud y actividad física de 5.285 personas. Los resultados evidenciaron que las personas que hacían ejercicio por la mañana, entre las siete y las nueve, tenían un índice de masa corporal (IMC) medio de 27,5, en comparación con quienes lo practicaban a mediodía y por la noche, que tenían un IMC medio de 28,3. Sus mejoras eran más evidentes incluso si durante la jornada laboral su actividad era más sedentaria que la de otros grupos controlados en el estudio.
A la hora de extrapolar estas conclusiones, sin embargo, los responsables se mostraron más cautos. Para empezar, porque era probable que las personas que estaban siendo monitorizadas por la mañana contaran con la ventaja de tener un tipo de trabajo más previsible y ordenado –es decir, que no se trataba, por ejemplo, de jornadas laborales a turnos– por lo que era más fácil que pudieran mantener las rutinas deportivas. Pero también se dieron cuenta de que el grupo que realizaba ejercicio a primer hora tenía una tendencia a una ingesta calórica más baja durante el día.
Según uno de los principales autores del informe, Tongyu Ma, profesor asistente de ciencias de la rehabilitación en la Universidad Politécnica de Hong Kong, los resultados tienen todavía que ser validados por nuevos estudios que valoren las actividades deportivas y su influencia en la salud. No obstante, Ma defiende que la actividad por las mañanas «es una herramienta prometedora» a la hora de mejorar el comportamiento del metabolismo.
El estudio publicado en 'Obesity' va en consonancia con otros trabajos que han encontrado una diferencia entre activarse por la mañana o hacerlo por la tarde. En mayo de 2022 se publicó un estudio en la revista 'Frontiers in Phisiology' realizado por expertos en nutrición y metabolismo de las universidades de Saratoga, California y Arizona en el que también se apreciaban diferencias según la hora del día en la que se lleva a cabo las prácticas deportivas. Según el análisis, en el caso de las mujeres, activarse por la mañana reduce la grasa en la cintura pero también mejora otras cuestiones como la presión arterial. Hacer deporte por la tarde, aumenta la fuerza, la potencia y la resistencia. En el caso de los hombres, el deporte vespertino reduce la presión arterial, el riesgo de cardiopatías y la sensación de fatiga, y quema más grasa. En este caso, los participantes en el estudio fueron sometidos a un programa de rutinas físicas de una hora durante cuatro días a la semana. El programa era bastante intenso, ya que incluía ejercicios de fuerza con pesas, sesiones de 'sprint' y clases de yoga y pilates.
A la hora de elegir la actividad deportiva de la mañana por su supuesta efectividad, existe otro informe realizado en 2019 por las universidades de Bath y publicado en el 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism', en el que se estudió el efecto del deporte en ayunas. Los científicos examinaron durante seis semanas a una treintena de hombres divididos en tres grupos. El primero realizó ejercicio sin comer nada antes, el segundo después de desayunar y el tercero no modificó su rutina para actuar como grupo de control.
El trabajo mostró que los primeros presentaban niveles más bajos de insulina, con lo que llegaron a la conclusión de que estaban quemando más grasa para poder estar activos. Aunque la pérdida de peso no sufrió variaciones estimables, los expertos sí que detectaron una mejor respuesta a la insulina, lo que supone una reducción del riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.
Como en los otros dos estudios citados, los expertos consideraban que son necesarios más análisis –en el caso del deporte en ayunas, por ejemplo, no se incluyeron mujeres– para profundizar en el impacto de estos cambios de rutinas. Hasta entonces, todas las horas son buenas.
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