Diplopía o visión doble, esto es lo que le pasa al piloto Marc Márquez en los ojos

Es la tercera vez que Marc Márquez padece un episodio de visión doble, causado en esta ocasión «por una recurrencia de la parálisis del cuarto nervio derecho» como consecuencia del traumatismo craneoencefálico sufrido tras la caída en el circuito de Mandalika. Dos oftalmólogos expertos en esta alteración visual, que tanto agobia e incomoda a quien la padece, explican qué es, las causas que la originan y sus posibles tratamientos.

La diplopía es una alteración visual que consiste, básicamente, en la percepción de dos imágenes de un mismo objeto. En otras palabras, la persona que la sufre ve doble. «Y esa doble visión puede ser horizontal, vertical o torsional en función de si las imágenes se superponen una encima de la otra, al lado o en diagonal», explica la oftalmóloga Pilar Gómez de Liaño, presidenta de la Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica.

Además, esta alteración de la vista puede afectar tanto a los dos ojos (binocular) como a uno solo (monocular). «En el primer caso, el más frecuente en las urgencias oftalmológicas, la visión doble solo se percibe cuando la persona tiene los dos ojos abiertos y desaparece cuando cierra uno de ellos, que es lo que le ocurre a Marc Márquez. Esto es debido a que el origen de esta alteración suele estar relacionado con un trastorno de la motilidad ocular o estrabismo. Es decir, los ojos no están perfectamente alineados y por eso ven las imágenes superpuestas, mientras que en las diplopías monoculares la causa suele ser una patología que afecta a las estructuras del ojo tipo catarata, astigmatismo, una membrana en la retina...», añade el doctor Imanol Recalde, especialista del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO).

La visión doble, que puede presentarse a cualquier edad, no siempre es constante. Es decir, el paciente no ve así todo el tiempo. De hecho, lo más frecuente es que los episodios de diplopía sean intermitentes o en momentos concretos. «Ayer mismo tuve un paciente que me decía que solo veía doble al final del día o cuando miraba de lejos», explica el doctor Recalde, que también pasa consulta en el Hospital de Basurto.

A pesar de que se trata de un síntoma «realmente incapacitante» en algunos casos, la tolerancia a la diplopía varía mucho de unos pacientes a otros. «La capacidad de adaptación de los niños, por ejemplo, es muy superior a la de los adultos. De manera que es perfectamente normal que un chaval deje de ver doble al cabo de un tiempo aunque la causa de su diplopía persista. Ahora bien, también se da el caso de adultos que son capaces de corregir la visión doble cambiando la cabeza de posión para compensar su alteración visual: la giran a la derecha, a la izquierda, la levantan, la bajan... Este es un fenómeno de adaptación que no todos los pacientes son capaces de desarrollar, pero que requiere igualmente de un tratamiento», aclara la doctora Gómez de Liaño, miembro de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

Al margen de la tipología, ambos expertos coinciden en la importancia de acudir a un servicio de urgencia ante cualquier episodio de visión doble, puesto que las causas que lo originan pueden ser muy graves. «Además, es importante tener en cuenta que existen determinados tratamientos que solo son efectivos si se aplican en unos tiempos determinados, por eso es fundamental que se acuda a consulta lo antes posible», aconseja la doctora Gómez de Liaño, jefa de sección de Estrabismo y Diplopía del Hospital Gregorio Marañón (Madrid).

El abanico de causas es tan amplio como su rango de gravedad. «El origen de una diplopía puede ser desde un golpe sin importancia que altera la visión durante apenas unos segundos a un ictus o un tumor cerebral», explican los especialistas. En el caso de la que afecta a un solo ojo, el origen suele ser patológico (problemas de graduación, cataratas, enfermedades de la córnea, de la retina...), mientras que en las binoculares las causas están relacionadas con traumatismos, alteraciones neurológicas y problemas a nivel de la musculatura ocular: estrabismo, infartos cerebrovasculares, tumores, tiroides, alteraciones del sistema nervioso central...

El tratamiento de una diplopía varía en función de las causas que la provocan. «Aunque es verdad que hay casos muy complicados, la mayoría se resuelven satisfactoriamente», se felicita la doctora Gómez de Liaño. Si la visión doble persiste en el tiempo, existen tres opciones terapéuticas para corregir esta alteración: la utilización de prismas (unos cristales especiales para las gafas que ayudan a desplazar la imagen que produce la diplopía); toxina botulímica (es útil cuando el paciente no se adapta a los prismas y en determinados casos de parálisis muscular); y la cirugía, a la que se recurre cuando la visión doble no se puede corregir con las anteriores opciones.