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ISABEL TOLEDO
Las cicatrices del teletrabajo

Las cicatrices del teletrabajo

Además de aprender a sentarse bien, se debe parar cada media hora para estirar y mover los músculos. Tu cuerpo te los agradecerá

Martes, 14 de julio 2020, 19:01

Marisa se estrenó en esto del teletrabajo de un día para otro, como le ocurrió a la mayoría de los empleados que fueron enviados a sus casas a mediados de marzo por la pandemia del coronavirus. Nunca antes había trabajado fuera de la oficina. Cambió ... su «despachito» en una aseguradora en el centro financiero de Madrid por un hueco en el escritorio de su hijo mayor. Pero empezaron las clases online y tuvo que exiliarse a la mesa del salón, donde compartía lugar de trabajo con su marido –empleado en una compañía eléctrica– y el sonido de fondo de los dibujos animados de la pequeña de la casa. «Era imposible trabajar en esas condiciones, así que me fui a la cocina», recuerda. No duró ni dos semanas. La silla le mataba la espalda y la mesa le resultaba incómoda, «por no hablar de las virguerías que tenía que hacer con los cables para cargar el portátil y el móvil». Al final decidió comprar un escritorio y montó una pequeña oficina en su dormitorio, donde continúa trabajando por control remoto «hasta nueva orden».

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